Tokio. DPA La coalición de gobierno japonés, del primer ministro Naoto Kan, perdió la mayoría en la Cámara Alta del Parlamento en los comicios celebrados hoy en el país, según informaron medios locales basándose en los sondeos a pie de urna.
El primer ministro, que asumió el cargo hace cuatro semanas, esperaba obtener una mayoría estable en la segunda cámara con su Partido Democrático de Japón (PDJ), pero al parecer él y sus socios no consiguieron los 56 escaños que necesitaban para controlarla.
Los primeros sondeos afirman incluso que no llegó a los 50 escaños, mientras el Partido Democrático Liberal en la oposición obtendría alrededor de otros 50. Su Partido, el más popular entre las pequeñas agrupaciones, se habría hecho con otros 10 asientos.
Un total de 438 candidatos competían en la primera elección nacional desde el cambio de gobierno en septiembre. En estos comicios estaban en juego la mitad de los 242 escaños de la Cámara Alta. Actualmente el PDJ tiene 116 escaños y su socio menor, el Nuevo Partido Popular (NPP), seis.
Pese a todo Kan, el quinto primer ministro en sólo cuatro años, puede seguir gobernando, porque su partido tiene una clara mayoría en la Cámara Baja, aunque al gobierno le resultará complejo aplicar su programa político, puesto que las leyes deben ser aprobadas por la Cámara Alta para entrar en vigor, a excepción de la ley presupuestaria y los acuerdos internacionales.
De hecho el primer ministro manifestó su intención de seguir en el puesto independientemente de los resultados, según medios locales.
Pero los resultados de los comicios de hoy podrían influir en el destino político del nuevo primer ministro. Para evitar un bloqueo político, es posible que tenga que pactar con otros pequeños partidos, indicaron analistas, lo que podría suponer un nuevo orden del panorama partidario del país.
El PDJ expulsó del poder a los liberal demócratas tras más de 50 años de gobierno casi ininterrumpidos, en las elecciones legislativas en agosto de 2009 que ganó el precedesor de Kan, Yukio Hatoyama, con lemas como ‘el pueblo primero’ o ‘hermandad’ y promesas como la reducción de la burocracia y el despilfarro de dinero público. Sin embargo, dimitió unos meses después.
Kan prometió una tercera vía para sacar a Japón de la crisis, reactivando la economía y fortaleciendo el Estado del bienestar. Para sanear las finanzas estatales, anunció una subida del impuesto al consumo, lo que al parecer le costó algunos votos.
La decepción de la población con el PDJ es patente y los comicios de hoy se consideraban un test del ánimo al respecto.
Con casi el 200 por cien del Producto Interno Bruto (PIB), Japón tiene el endeudamiento más alto de todos los países industrializados. La caída de precios hace peligrar la recuperación de la economía, mientras aumenta el envejecimiento de la población y la brecha social.