Al menos tres muertos y 15 personas desaparecidos dejó el desbordamiento de un río causado por las fuertes lluvias, que a además arrasó seis viviendas en el centro de la capital de Guatemala, informó este lunes protección civil.
La “crecida de río arrastra viviendas del asentamiento Dios Es Fiel, ubicado abajo del puente El Naranjo”, por donde pasa el río homónimo, dijo a periodistas Rodolfo García, vocero de la Coordinadora para la Reducción de Desastres (Conred).
La entidad, a la que pertenece protección civil, anunció que las brigadas de rescate, apoyados por perros amaestrados para rastrear el área, localizaron tres víctimas sin vida, entre ellos una niña entre tres y cinco años.
En un primer informe dijo que habían “18 personas desaparecidas y seis viviendas con daño severo”.
Previo a esta tragedia, la actual época de lluvias en este país, que inicia en mayo y concluye en noviembre, había dejado 29 fallecidos, 2,1 millones de afectados, 10.303 evacuados, cuatro carreteras y nueve puentes destruidos, entre otros daños.
Gran parte de las viviendas de la capital abocan sus aguas negras en el río desbordado, en cuyas márgenes miles de habitantes desfavorecidos han levantado construcciones pese a que está prohibido por las autoridades.
El incidente se produjo la madrugada de este lunes tras las fuertes lluvias registradas desde el día anterior. Las corriente del agua, que arrastró piedras, árboles, tierra y desechos destruyeron seis viviendas de la zona, construidas en su mayoría con láminas de zinc.
El lugar quedó devastado por la fuerza de la corriente y ahora solo se observan enormes piedras y escombros en la zona, según un periodista de esta agencia.
Desapareció todo
Esaú González, habitante de la zona afectada de 42 años, trataba de asimilar la tragedia que vive junto a sus vecinos y no sale del asombro por cómo lo perdieron todo por la corriente de agua.
“Fue como un tornado, el río traía fuerza, entonces se pasó llevando varias casitas, lamentablemente se deapareció todo este sector porque se llevó casitas, pertenencias de vecinos, los vecinos desparecieron”, relató este guatemalteco que dice tener varios oficios para vivir.
González afirmó que los vecinos están afectados “psicológicamente”, pero la necesidad les empuja a vivir en esas condiciones ante la falta de una “política de viviendas dignas”.
Lamentó que la pobreza lleve a cientos de familias a vivir en laderas de barrancos. “La renta está muy alta, los salarios no alcanza para cubrir los gastos de alquiler”, se quejó.
“El río se llevó familias completas, lastimosamente ya sabíamos del riesgo, (pero) por la necesidad estamos acá”, coincidió otro vecino del asentamiento afectado, Marvin Cabrera, un repartidor de comida en motocicleta de 36 años.
Este vecino se mostró pesimista de cara al futuro: “Es muy difícil que nos den una reubicación”.
Al contrario, Iris López, de 27 años, tiene la esperanza que el gobierno los pueda trasladar a otro sitio para vivir.
“Esperaría incluso construir otra casita nueva, tal vez no aquí, sino en otro lado”, comentó tras indicar que de la vivienda donde vivió con su hermana “no quedó nada”, afirmó.
Relató que su hermana sobrevivó porque hace un mes se trasladó a la casa de su mamá en un poblado al sur de la capital para recuperarse de una operación de parto, pero “si ella hubiera estado aquí se la hubiera llevado el río”.
Miles de ciudadanos de Guatemala, donde el 59% de los 17,7 millones de habitantes viven en la pobreza, se han visto obligados a construir sus hogares precarios en laderas de barrancos, en las márgenes de ríos y zonas inundables.
Datos de la Cámara Guatemalteca de la Construcción (CGC) y la Asociación Nacional de Constructores de Viviendas (Anacovi) el déficit habitacional en el país es de unos dos millones de viviendas.