Interrogado por la prensa italiana, el purpurado reconoció que la investigación avanza “con rapidez y exactitud”, y que la labor que conducen los cardenales Jozef Tomko (eslovaco) y Salvatore de Giorgi (italiano) “es intensa y útil”.
El cardenal admitió que “todos colaboran” en el Vaticano.
Herranz, quien pertenece al movimiento conservador Opus Dei y suele ser una persona muy discreta, expresó que “es evidente que en esta fase es necesario mantener una reserva absoluta porque las personas involucradas tienen derecho a ello hasta la conclusión de la investigación.
”Trabajamos con rapidez, pero los plazos concretos de la investigación no podemos establecerlos”, puntualizó el cardenal.
Los interrogatorios se efectúan a un ritmo intenso, con un promedio de cuatro a cinco personas convocadas por la comisión cada semana, entre ellos religiosos, laicos y responsables de los dicasterios o ministerios de la Curia romama, explicó Herranz.