Pachuca. AFP. En un panteón en esta ciudad, en el centro de México, se erige cerca de una zona militar un majestuoso mausoleo parecido a una casa, que habría construido con previsión Heriberto Lazcano, el ultimado líder de Los Zetas, para que descansaran sus restos mortales.
“Han venido muchos curiosos desde ayer (el lunes) a ver el mausoleo desde que se supo que habían matado al Lazca , pero dudo que lo vayan a traer aquí”, comentó bajo condición de anonimato un vigilante del camposanto.
Lazcano, apodado el Lazca, considerado el narcotraficante más sanguinario en México, fue ultimado por militares el domingo en el estado de Coahuila, pero el cadáver fue entregado en calidad de desconocido a autoridades locales, que lo llevaron a una funeraria de Sabinas, de donde fue robado en la madrugada del lunes por un comando armado.
Al analizar las huellas dactilares y otros datos fisionómicos, la Marina Armada encontró fuertes indicios de que se trataba del temido jefe de Los Zetas, quien ya ha sido reemplazado al frente del cartel por Miguel Ángel Treviño.
La construcción de color durazno, con techo de dos aguas, sostenida por seis columnas, con coloridos vitrales y una gigantesca cruz de metal al frente, está perfectamente cuidada y cuenta con flores y un césped impecables.
¿Quién era el Lazca? Lazcano es visto como una especie de Robin Hood por los vecinos del barrio El Tezontle, donde se ubica el panteón que alberga su mausoleo y adonde el capo llegó a vivir a muy corta edad, tras quedar huérfano y ser adoptado por un tío.
Una vecina, quien pidió guardar el anonimato, dijo que estudió con Lazca la primaria y que desde la niñez mostraba un carácter violento y cruel. “Lo adoptó un tío que lo golpeaba mucho. Desde niño era violento, le gustaba abrir animales, perros, gatos, enfrente de sus amigos y él se reía mientras a todos nos daba miedo”, narró la mujer.
En una iglesia de la misma zona se erige el Centro de Evangelización Catequesis Juan Pablo II, en el que una placa –aparentemente colocada por vecinos– agradece a Lazcano la “donación” que realizó para su construcción.
“El barrio lo arropó a tal grado que en las fiestas de San Cayetano, nuestro patrón, no faltan las mantas que agradecen al Lazca la ayuda que ha dado a la gente”, declaró otro vecino del lugar.