Tegucigalpa. ACAN-EFE . El sector campesino de Honduras se declaró en “estado de alerta” tras el crimen, el viernes, de tres labriegos en el norte del país, y pidió al Gobierno que haga justicia, informó ayer un dirigente del gremio.
El dirigente de la organización Vía Campesina, Rafael Alegría, declaró que los campesinos de su país están “en estado de alerta” y que exigen al gobierno de Porfirio Lobo que haga justicia.
Valentín Caravantes, Celso Ruiz y Celedonio Avelar murieron el viernes en un supuesto enfrentamiento con guardias privados por la invasión de tierras en el municipio de San Manuel, departamento de Cortés, al norte de Honduras. En el ataque también resultaron heridos los hermanos Adolfo y Santos Melgar.
Alegría agregó que en las próximas horas los movimientos campesinos se reunirán de “urgencia” para “planificar estrategias de respaldo” para los labriegos de San Manuel.
El portavoz del Movimiento Campesino San Manuel, Marvin Morales, aseguró el sábado que los labriegos “llegaron pacíficamente y fueron agredidos” por los guardias privados de la Compañía Azucarera Hondureña, Sociedad Anónima (CAHSA), donde sucedió el supuesto ataque.
Además, denunció que “la matanza” ocurrió frente a agentes de la Policía, que “no hicieron nada para evitar el asesinato” , ni detuvieron a ningún guardia privado.
La azucarera ocupa más de 4.200 hectáreas de tierra “ilegalmente”, pues estas fueron expropiadas en el 2012 por el Instituto Nacional Agrario, por “exceder” las 250 hectáreas permitidas, según la Ley de Reforma Agraria , explicó el portavoz.
Lobo no ha resuelto el conflicto entre campesinos y terratenientes, que ha dejado 92 muertos, la mayoría labriegos, en tres años.