Rangún (AFP). El presidente birmano Thein Sein, que lleva a cabo reformas políticas desde hace dos años, prometió este martes la excarcelación de todos los presos de conciencia (persona encarcelada por su raza, religión, color de piel, idioma, orientación sexual o credo, mientras no hayan defendido o practicado la violencia).
“Quiero que ningún preso de conciencia auténtico esté en prisión”, declaró el exgeneral en un discurso en la radio.
Todos los que sean considerados presos de conciencia serán “liberados pronto”, dijo, pero descartó a los que hayan cometido actos violentos.