El propio mandatario Barack Obama disfrutó entre bastidores de su entusiasta parlamento y no dudó en subir al escenario para agradecer personalmente a Clinton su respaldo.
Ambos hombres se fundieron en un emotivo abrazo, una de las imágenes más significativas que dejará esta convención.
Durante cerca de una hora, el expresidente, de 66 años, puso toda la leña en el fuego para convencer a los estadounidenses que Obama podrá recuperar el rumbo de la economía del país si es reelegido y fustigó a los republicanos por haber dejado al mandatario un enorme daño cuando asumió su primer mandato en el 2009.
Clinton desplegó todas sus dotes de orador, arrancando sonrisas entre el público con su peculiar humor.