Activistas sirios denuncian nuevos ataques con cloro en el noreste del país

Al menos tres ataques con esa sustancia química fueron lanzados contra aldeas distintas en la provincia

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Beirut.

Decenas de personas sufrieron sofocación en la provincia de Idlib, en el noroeste de Siria, al parecer debido a nuevos ataques con bombas que contenían cloro, dijeron el jueves un médico y activistas sirios.

Al menos tres ataques con esa sustancia química fueron lanzados contra aldeas distintas en la provincia y casi 80 personas resultaron lesionadas, afirmó el doctor Mohammed Tennari, que rindió testimonio el mes pasado ante el Consejo de Seguridad de la ONU después de que atendiera a numerosas víctimas de un ataque similar ocurrido previamente en Idlib.

Tennari, que hizo declaraciones a la agencia de noticias AP desde un lugar cercano a la frontera con Turquía, compartió los informes de campo de otros médicos que se encontraban en las tres aldeas supuestamente atacadas con sustancias químicas.

Según los informes, helicópteros del gobierno lanzaron este jueves bombas de barril que contenían cloro sobre las aldeas de Janoudieh, Kansafrah y Kafr Batiekh.

Tennari se encuentra en su viaje de regreso de Estados Unidos, donde informó ante el Consejo de un supuesto ataque con cloro ocurrido en marzo en el que murieron tres niños y su abuela en la misma provincia.

Tennari es coordinador de la Sociedad Médica Sirio Estadounidense, que tiene personal médico voluntario que atiende a víctimas e informa de los ataques en Siria.

Por su parte, el Red Siria para los Derechos Humanos, otro grupo de vigilancia con sede fuera del país, informó de tres ataques distintos y difundió imágenes por Twitter que dijo provenían de hospitales de campaña a los que fueron llevados las víctimas. El grupo informó que 69 personas fueron lesionadas en los ataques. Fue imposible a The Associated Press verificar estas versiones de manera independiente.

Han aumentado los informes sobre supuestos ataques con bombas de cloro en la provincia, donde en las últimas semanas los rebeldes han logrado avances considerables contra los efectivos del gobierno.

Los combatientes rebeldes capturaron la capital de la provincia y semanas después avanzaron hacia una localidad estratégica cerca de la frontera con Turquía. El gobierno se ha comprometido a recuperar el control de la zona.

Tennari dijo que un hombre de treinta y tantos años murió el martes de otro supuesto ataque con cloro lanzado el 2 de mayo en una cuarta aldea en Idlib. El bebé de seis meses del hombre también perdió la vida en el ataque, según Tennari.

Los ataques aumentan en momentos en que Estados Unidos encabeza un esfuerzo para crear un mecanismo a fin de responsabilizar de los ataques en los que se ha utilizado cloro en Siria, según diplomáticos en Naciones Unidas.

Aunque el Consejo de Seguridad ha estado profundamente dividido en torno a Siria, en 2013 decidió por unanimidad que el país debía eliminar su programa de armas químicas, pero no incluyó el cloro entre las sustancias prohibidas.

El cloro no tiene que ser declarado porque también se le utiliza con frecuencia en la industria. Es un elemento químico tóxico que se utiliza como agente blanqueador y purificador de agua, pero en su forma más concentrada puede sofocar a las víctimas

Los informes sobre los nuevos ataques fueron difundidos después de que el director de operaciones del Comité Internacional de la Cruz Roja advirtiera el jueves que la situación humanitaria en Siria se ha deteriorado gravemente en medio de intensos combates en varias partes del país entre las fuerzas del gobierno y grupos rebeldes, como también entre facciones opositoras rivales.

"La lucha se ha intensificado en muchas partes del país y números cada vez mayores de personas se ven obligadas a huir de sus hogares. El conflicto causa un sufrimiento inenarrable", dijo Stillhart.

Stillhart concluyó una visita de dos días a la capital siria, Damasco, donde se reunió con funcionarios y reclamó mayor acceso a las áreas afectadas por la lucha, incluido el campamento de refugiados palestinos de Yarmouk.

El campamento ha sido escenario de choques entre combatientes locales y el grupo extremista Estado Islámico desde comienzos de abril. La lucha constituye la tragedia más reciente que afecta a los habitantes del campamento, que habían sufrido dos años de devastadores cercos del gobierno, hambruna y enfermedades.

Unas 18.000 personas continúan en el campamento, una zona con edificaciones que alguna vez albergó a unos 160.000 palestinos y sirios. Naciones Unidas manifestó alarma durante el fin de semana por la continua la lucha con armas pesadas y ataques aéreos.