El reto en Costa Rica ya no es contar con la tecnología de tarjetas sin contacto o contactless, sino que los comercios y los clientes aprovechen la tecnología.

Por esa razón, el Banco Central de Costa Rica (BCCR) y otras entidades se proponen reforzar la capacitación, la educación y la comunicación sobre este método de pago.

“Estamos realizando un gran esfuerzo en los temas de capacitación y comunicación con los comercios, para que a la brevedad realicen el traslado de tecnología al contactless”, aseguró Errol Gamboa, gerente de tarjetas del Banco de Costa Rica (BCR).

A abril del 2019, el 84% de las tarjetas en el país ya cuentan con la tecnología de contactless, unos 7,2 millones de plásticos.

La tecnología está presente en el 69% de las tarjetas de débito y en el 31% de las de crédito. Además, de los 185.000 datáfonos, el 84% tienen contactless.

Sin embargo, únicamente el 40% de las transacciones son procesados mediante esa facilidad.

Carlos Melegatti, director del sistema de pagos del BCCR, es claro en que usuarios y comercios deben tomar conciencia de las ventajas del pago sin contacto.

Con él coinciden las entidades locales.

“Uno de los mayores retos es la culturalización a los usuarios de la tecnología contactless”, dijo Patricia Jara, directora de comercio electrónico del Banco Nacional.

A nivel regional el país se destaca por la penetración de esta tecnología, de acuerdo a un reporte de las firmas Americas Markets Intelligences (AMI), por encargo de Visa.

“Costa Rica inició un esfuerzo coordinado para migrar a un entorno sin contacto en 2015. Hoy por hoy, es el líder de América Latina en términos de penetración de tarjetas, terminales POS y transacciones sin contacto”, indica el reporte publicado en marzo anterior.

Las entidades y firmas tecnológicas reiteran que el contactless facilita el pago en el comercio, sin tener que entregar el plástico al dependiente y reduciendo las posibilidades de fraude.

Avance

Según el BCCR las entidades locales han migrado la mayor parte de las tarjetas entregadas a sus clientes a la tecnología sin contacto.

De las entidades con mayor cantidad de tarjetas, dos de ellas, –BAC y BCR–, tienen pendiente menos del 10% y el BN un 19%. En el Banco Popular falta el 17%.

Laura Moreno, vicepresidente de relaciones corporativos de BAC Credomatic, indicó que los retos se sitúan en alcanzar la cobertura total y en la capacitación de los comercios sobre este método.

La entidad reporta que el 75% de los datáfonos entregados ya tienen la tecnología.

En el BN el 96% de las tarjetas de crédito y el 85% de las débito expedidas cuentan con contactless. Además, los equipos están preparados para recibir este tipo de pago, incluyendo datáfonos y dispositivos móviles.

Víctor Rodríguez, subgerente general de negocios del Banco Popular, destacó que la totalidad de las tarjetas de crédito y el 85% de las de débito cuentan con la tecnología. “Esperamos llegar al 100% antes del próximo 30 de junio”, afirmó Rodríguez.

En el BCR ya el 91% de las tarjetas emitidas por esta entidad y el 77% de los datáfonos cuentan con la tecnología.

Tareas

El informe de AMI señala que el país cuenta con varias características que le permite estar más avanzado en contactless respecto a otros países de la región, como México y Brasil donde “la penetración se encuentra en casi el 0%”.

Entre ellas, población bancarizada (es la tercera de América Latina), infraestructura tecnológica bancaria, penetración de la telefonía móvil, inversión extranjera directa e incluso ser un destino turístico.

Sin embargo, hay varias limitantes. Por ejemplo, aunque más de la mitad de los consumidores cuentan con tarjeta de débito, el 56% de sus transacciones corresponden a retiros de efectivo de cajeros automáticos.

También la aceptación del contactless es restringido.

Según Melegatti, además de completar la infraestructura para esta tecnología, se debe hacer conciencia entre usuarios, comercios y dependientes de las ventajas del contactless, así como que el ambiente sea seguro y cómodo para los clientes.

Eso incluye que el cliente tenga claro que no debe entregar la tarjeta al realizar el pago en los comercios.

El Banco Central va más allá y quiere promover que en las cajas únicamente se disponga de un datáfono, que se cuente con datáfonos móviles y preparar la introducción del “PIN en línea” para transacciones superiores a los ¢15.000.

En este caso, en lugar de la firma del tarjetabiente, se utilizará un PIN o clave (como la que se usa actualmente para hacer retiros en los cajeros automáticos), lo cual se espera se aplique en el 2021.