El Ministerio de Hacienda consiguió –de manera moderada– una mejoría en las condiciones de la venta de bonos de deuda interna durante la última subasta efectuada este 12 de octubre.
El Gobierno logró financiamiento en colones, con plazos de vencimiento de entre cinco a 10 años, y prácticamente captó al mismo rendimiento ofrecido a los inversionistas.
En un hecho relevante, publicado este 16 de octubre, Hacienda obtuvo ¢28.026 millones, informó Mauricio Arroyo, subtesorero Nacional.
De dicho monto, ¢13.011 millones fue con un vencimiento al 2023 y un rendimiento del 9,95%. Además, ¢15.000 millones se colocaron con una tasa del 9,49%, al 2028.
Sin embargo, el resultado es todavía modesto pues la cantidad de dinero captado es pequeña; representa el 1,4% de los ¢2 billones de necesidad de recursos anunciado en su Plan de Endeudamiento del segundo semestre, en agosto anterior.
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Sin embargo, al menos corta, de momento, la exigencia del mercado de adquirir bonos a corto plazo y con emisiones en dólares.
“La subasta del viernes 12 de octubre (...) no es el resultado más alto del año, pero se puede calificar como bueno, dadas las condiciones actuales”, afirmó Johnny Mora, director de Fondos de Inversión de Grupo Financiero Acobo.
Angélica Villegas, gerenta de Estrategia de Inversión de Aldesa, también consideró positivo para Hacienda el desenlace de la subasta.
“Vemos como una señal positiva que ya los inversionistas están ofreciendo comprar a mayores plazos de sus inversiones, ya vemos ofertas en títulos con vencimientos en el 2023 y 2025, pero aún son montos muy bajos”, recalcó Villegas.
Una subasta es un proceso de venta de títulos sean públicos o privados, que se efectúa en la Bolsa Nacional de Valores, en el mercado primario; es decir, entre el emisor y los inversionista, por medio de un puesto de bolsa autorizado.
En el caso de Hacienda, la entidad tiene establecido un cronograma anual de subastas y, días previos a la ejecución del remate, anuncia las características de los bonos en plazo y rendimiento.
En las colocaciones hechas directamente en ventanilla es donde Hacienda se ha establecido más en el corto plazo. Por ejemplo, de los ¢62.483 millones captados –entre el 19 y 27 de octubre– ¢43.972 millones fueron a menos de 24 meses.
El pasado 4 de octubre, Tesorería captó ¢43.000 millones, de los cuales ¢40.000 millones fueron a menos de dos años, informó Hacienda en un hecho relevante.
Reacción del mercado
La subasta de la semana anterior es la tercera efectuada por el Gobierno desde el anuncio, el pasado 25 de setiembre, de la emisión de las letras del tesoro por casi ¢500.000 millones que adquirió el Banco Central.
En las dos primeras convocatorias, previas a la del pasado viernes, el mercado local estuvo ‘seco’ a los títulos deuda ofrecidos por Hacienda, coincidieron analistas consultados por La Nación.
En la primera convocatoria, el 1. ° de octubre, Hacienda apenas asignó ¢1.815 millones con vencimiento al 2025, y rechazó una oferta de ¢15.000 millones, a un plazo de cinco años, porque el inversionista exigió un interés del 13%, es decir 3,5 puntos porcentuales por encima del rendimiento ofrecido por Hacienda.
La segunda convocatoria se realizó, el 8 de octubre anterior, y la Tesorería Nacional colocó ¢6.760 millones en títulos a un plazo de tres años.
Además, no ofreció otras cuatro series en colones, con plazos de vencimientos entres tres y 21 años, por baja demanda.
José Rafael Brenes, director General de la Bolsa Nacional de Valores, consideró que –en las dos primeras subastas– la respuesta fue ‘pobre’ dada la incertidumbre que hay en el ambiente.
“Aún no hay claridad de los inversionistas de cuál es la tasa de interés de mercado, luego de la colocación de las letras del tesoro. Previo a eso hubo mucha volatilidad, como se quejó la ministra de Hacienda (Rocío Aguilar). Ahora se está en el proceso de descubrir el nuevo equilibrio”, afirmó Brenes.
Otros factores que influyen es el futuro de la reforma fiscal –aprobada en primer debate el 5 de octubre anterior–; y el resultado del contrato de colocación en el mercado local, que apunta a que los intermediarios financieros puedan distribuirlo entre inversionistas extranjeros.
Hacienda prevé captar con este mecanismo de financiamiento al menos $800 millones.
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Jaime Barrantes, gerente de Pensiones de la Caja Costarricense de Seguro Social, comentó que los inversionistas locales están a la espera del futuro de las medidas fiscales del Gobierno para tomar decisiones.
Esta entidad aseguradora, mediante el régimen de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM), es uno de los principales compradores de títulos de deuda de Hacienda.
“El tema de los desequilibrios fiscales del Gobierno ha hecho que los inversionistas sean más prudentes. La incertidumbre pone al mercado a la expectativa de la toma de decisiones”, comentó Barrantes.
El contrato de colocación será clave para establecer el nuevo horizonte de tasas de interés en el mercado local, insistió Brenes.
El mercado también está a la espera de las próximas calificaciones soberanas de Costa Rica por parte de las agencias internacionales.