Transferencias a CCSS, Fodesaf, educación y Japdeva explican atípico aumento de gasto corriente en el 2019

Los gastos corrientes, sin intereses, al cierre del año aumentaron 12%, por encima de los trimestres anteriores e influyó en incremento del déficit por encima de lo previsto

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En el último trimestre del 2019 el gasto corriente del Gobierno, excluido los intereses de la deuda, registró un aumento atípico respecto al último trimestre del año anterior que explica, en parte, que el déficit financiero terminara en 7% de la producción, por encima del 6,3% previsto.

En el cuarto trimestre del 2019 el gasto corriente sin intereses creció un 12,3% respecto al tercer trimestre del 2018, comparado con un incremento de 6% en el primer trimestre el indicador, 1% en el segundo trimestre y 4% en el tercer trimestre.

El monto absoluto del incremento en el gasto corriente, excluidos los intereses, en la última parte del año fue de casi ¢185.000 millones y un 80% de ese incremento obedece al aumento en las transferencias corrientes que se realizaron en ese trimestre. El resto obedece a los pagos adicionales en salarios y bienes y servicios.

¿Por qué aumentaron dichas transferencias? De acuerdo con información suministrada por el Ministerio de Hacienda esa situación obedeció al incremento, que acordó la Junta Directiva de la Caja Costarricense del Seguro Social, de la cuota estatal al seguro de pensiones, la cual pasó de 0,58% a 1,24%. Por este motivo se desembolsaron ¢67.725 millones.

La segunda transferencia importante fue al Fondo de Desarrollo Social y Asignaciones Familiares (Fodesaf), que de acuerdo con la programación de caja se concentraron en el último trimestre por ¢27.822 millones. Se consultó a Hacienda porqué se dio esta concentración pero todavía no se ha tenido respuesta.

La tercera transferencia corresponde a una asignación de recursos extraordinarios a las Juntas de Educación por ¢21.244 millones. Se consultó al Ministerio porqué se dio esta situación y se espera respuesta.

Una transferencia más que ha explicado el ministro de Hacienda, Rodrigo Chaves, es la de ¢22.000 millones que se la realizó a la Junta de Administración Portuaria y de Desarrollo Económico de la Vertiente Atlántica (Japdeva) para el pago del recorte de trabajadores, de acuerdo con la Ley de Transformación de Japdeva y Protección de sus Personas Trabajadoras.

Estas transferencias más otras menores por ¢5.253 millones, explican el 100% del incremento en las transferencias corrientes netas, de acuerdo con la información suministrada por Hacienda. El incremento en las transferencias brutas, que son las que se usan para calcular el déficit, son un poco mayores, por ¢148.686 millones.

Hay otros incrementos en gasto que realizó el Ministerio de Hacienda en la última parte del año pero que no son gasto corriente, entre ellos se encuentran los ¢30.000 para capitalizar al Banco de Costa Rica por las pérdidas que tuvo al asumir Bancrédito.

De acuerdo con el Ministerio de Hacienda esta transferencia se contabiliza en una partida llamada “concesión neta de préstamos” que no es gasto corriente, ni de capital, pero es parte del gasto total.

También hubo incrementos en los gastos de capital por transferencias de capital realizadas en el último trimestre del 2019 que incluyen ¢71.000 millones al Consejo Nacional de Vialidad, ¢63.000 millones de transferencia al Banco Central para capitalizar a la Corporación Andina de Fomento y ¢103.000 millones de otras inversiones financiadas por organismos.

Entender por qué el gasto corriente sin intereses aumentó en el último trimestre del año es importante, porque ese es el gasto que está limitado este año por la regla fiscal y porque es el que el Gobierno puede controlar sin afectar las inversiones.

El ministro de Hacienda, Rodrigo Chaves, explicó que las transferencias a Japdeva y Juntas de Educación debían hacerlas sí o sí.

Los salarios, añadió, también explican parte del incremento del gasto corriente, pero su crecimiento se desaceleró de 5,2% que crecieron en el 2018 respecto al 2017 a 3,1% que aumentaron en el 2019 respecto al 2018.

“Después están las transferencias que considerábamos buena política pública, CAF, Conavi y ¢103.000 millones de inversiones financieras financiadas por organismos, el gasto corriente crece fundamentalmente por salarios”, añadió el Ministro.

Economistas dudosos

“Creo que es muy claro que el Gobierno quiso adelantar todo el gasto posible al cierre de diciembre para no dejar cargos para enero y que impactaran el gasto del año pasado no de este”, opinó el economista Dennis Meléndez.

Se consultó al ministro de Hacienda, Rodrigo Chaves, sobre este tema, pero no le fe posible contestar pues se encontraba viajando hacia San José y no tenía acceso a la información.

El 2020 será el primer año en el cual se aplique la regla fiscal que impone un crecimiento máximo del gasto corriente de 4,67% y que según el Banco Central y la Contraloría General de la República se debe verificar midiendo el gasto ejecutado del 2020 respecto al gasto ejecutado del 2019.

“Hay apreciaciones subjetivas con respecto a las razones que pueden haber movido a las autoridades a hacerlo, pero lo cierto es que, un déficit más alto pone un nivel mayor al gasto que se permitiría incluir en el presupuesto para el 2021, aunque esto sería válido en caso de que se aplique la interpretación de la Contraloría, de aplicarla (la regla fiscal) con base en el presupuesto ejecutado”, añadió el economista.

Por otro lado, añadió Meléndez, es innegable que el mayor déficit del 2019, permitirá mostrar, a finales de 2020, un menor déficit que el año precedente, siempre que no se presente un fuerte incremento en los gastos.

El economista Ronulfo Jiménez, por su parte, en una exposición que realizó el martes 11 de febrero en un foro sobre la presentación del Programa Macroeconómico organizado por la Academia de Centroamérica, comentó que el problema con el incremento en el gasto en el último trimestre y el consecuente incremento en el déficit fiscal es que se mina la confianza que había costado obtener.

El déficit financiero del Gobierno Central terminó el 2019 en un 7% de la producción, por encima del 6,3% que era la proyección oficial.

"Realmente hay un desalinie de la cifra fiscal y eso realmente es una sorpresa y nos había costado mucho tener un cierto grado de confianza en que la situación fiscal no era un gran riesgo de la economía”, comentó Jiménez.

“El anunciar un déficit de 7% rompe la confianza que había costado tanto trabajar y que la ruptura de esa confianza había tenido costos en producción y empleo tan fuertes”, añadió el economista.

Jiménez opinó que se podría decir que estos gastos ocurren una sola vez, nada más, pero eso es algo que siempre nos va a pasar, pues todos los años va a haber gastos que ocurren una vez.

El economista añadió que las medidas anunciadas por el ministro Chaves están todavía lejos de ser un plan creíble, pues aún no hay detalle de cómo se alcanzarían las metas expresadas.

“A esto hay que ponerle dientes y puede ser que los llegue a tener y eso sería muy bueno”, expresó Jiménez.

El ministro Chaves realizó, el lunes 10 de febrero, una exposición ante los diputados donde anunció medidas para reducir la evasión a la mitad, bajar el gasto público, reemplazar deuda cara por barata y hacer pagos extraordinarios a la deuda del país.

Jiménez añadió que esta dificultad le hace difícil la tarea al Banco Central de bajar las tasas de interés, porque ahora hay que añadirle a las tasas “un poco más de riesgo” y eso puede complicar también el mercado cambiario y el crecimiento económico.