La agencia Standard & Poor’s (S&P) reducirá la calificación de la deuda soberana de Costa Rica si el presidente electo el próximo 1. ° de abril no aborda prontamente la situación fiscal del país.
"La perspectiva negativa refleja la posibilidad de uno a tres (33%) de que podríamos bajar las calificaciones este año si la nueva administración que toma posesión del cargo en este año no aborda rápidamente la situación fiscal del país", argumentó la calificadora estadounidense en su comunicado difundido este miércoles 21 de febrero.
Además añadió: "Los déficits fiscales elevados podrían dar como resultado un menor crecimiento del producto interno bruto (PIB), una mayor carga de la deuda y mayores vulnerabilidades externas que llevarían a una rebaja".
Si, por el contrario, Fabricio Alvarado, candidato de Restauración Nacional; o Carlos Alvarado, del Partido Acción Ciudadana, logran una pronta aprobación de una reforma fiscal en el Congreso, podría generar una revisión de la nota dada a Costa Rica.
Standad & Poor’s mantuvo la calificación del país en BB- con perspectiva negativa, la misma del año pasado.
La calificación se mantuvo en BB-, lo cual significa que son inversiones riesgosas, especulativas, muy propensas a los cambios económicos.
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Fabricio Alvarado se mostró a favor del proyecto de ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas que pretende elevar la recaudación en 1,9% del PIB y transformar el tributo de ventas en el impuesto sobre el valor agregado (IVA).
Por su parte, Carlos Alvarado afirma que el tema fiscal debe trabajarse hasta después de elecciones, apoya un IVA del 15% en vez del 13%, y confirmó a los empresarios de zonas francas que no pretende modificar la exoneración del impuesto sobre la renta.
Incapacidad institucional
La agencia criticó la incapacidad del Gobierno y la Asamblea Legislativa, en administraciones consecutivas, de no poder aplicar las medidas necesarias sobre los ingresos y los gastos para controlar el persistente incremento del déficit.
"Un estancamiento prolongado en el Congreso sobre las políticas para aumentar los ingresos fiscales y contener el gasto del gobierno ha contribuido a la debilidad de las finanzas públicas, la menor confianza de los inversores y la peor gestión de la deuda", enfatizó S&P en su comunicado.
Una de las ventajas señaladas fue la menor fragmentación de partidos políticos de la próxima Asamblea, lo cual –en opinión de S&P– podría ayudar a impulsar la reforma fiscal este mismo año.
Leonardo Salas, ministro de Hacienda a. i., recalcó en la necesidad de una reforma fiscal integral.
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"El país podría tener no solamente la reducción de la calificación de S&P, sino también de otras calificadoras como Fitch Ratings y Moody's, con las implicaciones negativas que tendría para el país en los mercados financieros internacionales y en la atracción de inversión extranjera, entre otros aspectos", enfatizó Salas.
El Banco Central prevé para este año un déficit de 7,1% del PIB y de 7,9% de la producción en el 2019.
En el caso de la deuda del Gobierno Central, llegaría a 53,6% del PIB al cierre del 2018 y, para el próximo año, al 59% de la producción.
La agencia advierte de que el persistente déficit fiscal, junto con un alto nivel de dolarización en el sistema financiero y la inflexibilidad monetaria general, contribuyen a que el país sea más vulnerable a los cambios externos.
"El mayor crecimiento económico proyectado en los Estados Unidos debería mantener el aumento de las exportaciones, lo que probablemente compensaría los mayores precios de las importaciones. No obstante, las actuales tasas de interés locales continuarían reflejando un crecimiento más lento del crédito y una menor inversión y consumo privado", señaló la agencia.
S&P prevé un crecimiento en la producción real del país de 3,2% y de 3,5% para el 2018 y 2019; menor a la prevista por el Banco Central en su Programa Macroeconómico de 3,6% y 3,9%.