Los empresarios costarricenses consideran que se requiere una mayor diversificación de las exportaciones a la Unión Europea (UE) para enfrentar un problema como la salida de Intel, sin que se afecten los indicadores de exportaciones.
Así se evitaría que aunque sea de manera temporal, se presente una situación como la caída del 54% del superávit comercial de Costa Rica con la UE, que se dio entre el 2013 y el 2015.
Además, añadieron que es fundamental un esfuerzo del sector privado para revertir el proceso y volver a un superávit comercial alto con ese bloque.
La presidenta de la Cámara de Exportadores de Costa Rica (Cadexco), Laura Bonilla, consideró que se requiere de una estrategia con un trabajo agresivo de identificación de oportunidades comerciales, de diversificación de productos e innovar, con tal de lograr revertir esas cifras de intercambio.
Para el presidente de la Cámara Nacional de Agricultura y Agroindustria (CNAA), Juan Rafael Lizano, el impacto del clima, particularmente en el 2014 y 2015, fue un factor central para afectar las colocaciones de productos agrícolas.
Coincidió, por separado, con Abel Chaves, presidente de la Cámara Nacional de Productores y Exportadores de Piña (Canapep), en que también se sintió el impacto de la salida de pequeños agricultores del sector.
El número total de productores cayó de 1.300 a 550 en los últimos cinco años, según las cifras de Canapep.
Adicionalmente, un aumento del precio de la fruta a escala local coadyuvó en la caída de las exportaciones. Ese incremento se produce por un creciente uso de piña en industrialización.
Chaves recordó que de tener solo tres empresas que procesaban piña, se pasó, ahora, a 10 industrias, que presentan el producto en jugos concentrados, jugos congelados, fruta deshidratada o fruta confitada.
El precio en Costa Rica de la piña pasó de entre $0,10 y $0,15 el kilo a un promedio anual de $0,25 el kilo, según estimaciones de Canapep.