El Gobierno todavía tiene aire para pasar un primer semestre sin angustias, pero si el proyecto fiscal no pasa en la Asamblea Legislativa, la situación que enfrentará Costa Rica en la segunda mitad del año será muy complicada.
Así lo advierte el primer vicepresidente de la República y ministro de Hacienda, Helio Fallas, quien prepara su salida tras cuatro años de gestión.
Según Fallas, hay dos escenarios: si el proyecto fiscal se aprueba en la Asamblea Legislativa, los organismos internacionales darán una ayuda de unos $800 millones y las tasas de interés bajarían, pero si no pasa, el Gobierno tendrá que pagar tasas de interés cada vez más altas para que le presten; el país dará la señal externa de que es incapaz de resolver sus problemas y corre el riesgo de perder la estabilidad económica.
Fallas insiste, además, que aun cuando pase el proyecto, posiblemente será necesario presentar otro plan, luego, para subir el impuesto al valor agregado, con el fin de poder estabilizar el crecimiento de la deuda pública que este año sobrepasará el monto equivalente a la mitad de la producción del país, un límite peligroso.
En seguida, un resumen de la conversación con Fallas, este 30 de abril.
- ¿Qué conversaron en Washington, con los organismos internacionales, cuando fue recientemente con la nueva coordinadora del equipo económico Edna Camacho?
- En el caso del Banco Mundial querían saber cuál era el estado del proyecto de fortalecimiento hacendario, entonces comentamos en detalle las posibilidades de tener el primer debate (...). Ellos conocían bien que eso no era el proyecto que había presentado esta Administración, sino que en el proceso de negociación, eso era hasta dónde habíamos podido llegar.
- ¿Y con el Fondo (Monetario Internacional)?
- La historia es muy parecida (…) agradecía la comunicación que habíamos tenido, el esfuerzo de la reforma, pero básicamente lo que nos dieron a entender es que ellos nos iban a dar un seguimiento del avance.
- ¿Es claro de que no habría ningún tipo de crédito, ni de apoyo de organismos sin proyecto fiscal?
- Mientras no se apruebe el IVA (impuesto al valor agregado), y no se apruebe algo de renta. Cuando estábamos allá se dio la aprobación del proyecto de pensiones del Poder Judicial, entonces aprovechamos para pasar el dato.
"Pero en realidad, yo creo que ellos estaban, al igual que nosotros, esperanzados en que esto iba a caminar.
"Si nosotros lográramos aprobar este proyecto, de fortalecimiento hacendario, el Banco Mundial y el BID podrían hacernos préstamos para apoyo presupuestario, pero ahí, habría que convencerlos de que eso serviría para que el endeudamiento que hemos tenido que tomar con altas tasas de interés se pueda pagar, de manera que eso ayudaría también al tema de la deuda.
- ¿Algún monto definido?
- El monto ya lo habíamos hablado antes, alrededor de $700 millones u $800 millones, que ya es una suma significativa, pero sobre todo nos ayudaría para que el nivel de endeudamiento sea con tasas de interés menores.
- Las calificadoras de riesgo, ¿hasta dónde van a esperar?
- Cuando vinieron ellos, al final del año pasado, le dijimos: seguimos con este proyecto. Ellos estaban inquietos, como nosotros, de quién iba a quedar (como presidente), entonces a ellos, la posibilidad que había de que pudiera seguir el Gobierno, de seguir conversando porque era el mismo partido, eso los calmaba un poquito, la verdad, es que decidieron esperarse.
- Básicamente, sin proyecto no habría ayuda de organismos internacionales, posiblemente hay una baja en la calificación y se quedan también con pocas herramientas para hacer más en la parte de evasión...
- Yo no lo pondría tan definitivo, porque nosotros ya arrancamos con el proyecto de fraude fiscal, que tiene una serie de controles; ya hay un decreto que establece lo del registro de accionistas, eso salió la semana pasada (…) pero, además, está todo el intercambio de información con Estados Unidos que ya se firmó también la semana pasada, y además los sistemas de información que hemos hecho en la parte de ingresos.
- ¿Cuál diría usted que fue el yerro? ¿Por qué en cuatro años, si usted tenía muy clara la situación cuando entró, no se logró avanzar?
- Lo que veo es que todo el mundo tiene sus intereses y esto lo vimos muy claramente con el proyecto de fraude, en la Asamblea Legislativa: por un lado estaban los grupos empresariales, que habían de dos tipos, eran las cámaras, pero también grupos de abogados y también los mismos sindicatos buscando de que se les afectara lo menos posible.
- Ese discurso de don Luis Guillermo Solís, de los dos años (no tramitar la reforma fiscal en los primeros dos años de su gobierno) como que caló en la gente que sintió que había espacio.
- Nosotros presentamos proyectos en la Asamblea. En el 2014 se presentaron unos y en el 2015 otros, y en el 2015 estaba diseñado cómo era que íbamos a trabajar pero, ¿qué pasó? Trabajamos fuertemente para ir reduciendo el fraude fiscal y tratando de mejorar los controles a partir de las leyes que teníamos, dijimos, bueno, si los proyectos en la Asamblea van a durar, no sabemos cuánto, entonces avancemos en lo que tenemos y ese "avancemos en lo que tenemos" fue bastante productivo porque, por ejemplo, el impuesto sobre la renta pasó de 4,1% del PIB a 4,8% del PIB, entre el 2013 y 2017.
"Ahí se ve claramente de que hubo un esfuerzo muy grande, no lo pudimos hacer así en (el impuesto de) ventas, porque la economía cambió mucho, porque estábamos con una economía que no tenía los servicios que tenemos ahora.
"¿Qué es lo que puede aumentar más renta? Con la factura electrónica, podemos todavía aumentar más, pero llevará su tiempo, no es rápido.
"En el tema de evasión, hay que tenerlo claro, se puede hacer algo con los instrumentos que se tienen porque nosotros ya lo probamos con toda una serie de programas, en este caso digitales, pero eso tiene un límite. En cambio, si tuviéramos el IVA, serían como las dos fuerzas que podrían hacer un cambio mucho más significativo de los ingresos.
- De lo que queda, ¿el IVA es la mejor arma para enfrentar evasión?
- Exactamente, más algunas cosas que habíamos puesto en impuesto sobre la renta, cierto tipo de controles, pero el más importante es el IVA (porque genera información de las ventas de todas las personas).
- Cuando se discutió el primer presupuesto, don Ottón Solís, diputado del Partido Acción Ciudadana, hizo propuestas para no darle todo el presupuesto a los ministerios para las anualidades. Decía demos menos y el ministro que gestione, porque parte del problema es que siempre se les da todo y entonces los ministros usan todo y califican a todos de bueno o más.
- Estoy de acuerdo con esa tesis, que a los empleados públicos hay que valorarlos; tanto estoy de acuerdo con eso que en el caso de los bancos se les pidió una evaluación distinta y un racionamiento en los gastos administrativos y se mandó una directriz en ese mismo sentido.
- En el Gobierno Central, siguió lo mismo, el 99% sale con buena calificación y se gana la anualidad.
- Sí, porque yo creo que hay que hacerle algunas correcciones a la ley actual porque es muy endeble. Recuerdo que el proyecto que prepararon, en conjunto, Mideplan (Ministerio de Planificación) y Hacienda iba orientado a la eficiencia... Buscar las cosas que hicieran bien y entonces, a partir de que las cosas se hicieran bien, entonces se veía si se le daba o no los porcentajes de aumento anual.
- La tesis de don Ottón, era que si el Gobierno daba una señal fuerte de recorte de gasto el Gobierno iba a tener toda la autoridad moral para ir a pedir la otra parte (impuestos), pero como faltó esa parte, no se logró resolver. Parece que hubo una oportunidad que no se aprovechó, ¿cómo lo ve usted?
- Creo que no y le voy a decir por qué. Porque en realidad la inflexibilidad del gasto se daba en otras cosas, eso podía ayudar, pero no lo suficientemente como le entramos ahora con ese proyecto, con la parte de destinos específicos (…) Entonces, ¿qué fue la idea de nosotros ahora? No hacer reducciones en los programas, porque nos dimos cuenta de que estaban respaldados por leyes, sino, más bien, desengancharlos y que entonces el aumento se diera por tasa de inflación, pero no por un destino específico pegado a una ley.
- Del presupuesto que viene, ¿dejan un poco adelantado al próximo Gobierno?
- Ya arrancamos pero, por lo menos de lo que han manifestado ya algunas instituciones, están esperando aumentar más bien el presupuesto y lógicamente estamos en contra de eso. Creo que aquí lo que se va a tener que hacer es fijar un techo para el déficit primario (ingresos menos gastos excluyendo intereses) y a partir de ahí empezar a hacer los recortes del 2019, pero se aliviaría un poco si se aprueba la reforma (fiscal).
- Para el presupuesto del 2019, con ley o sin ley, a la educación no se le puede dar el 8%, ni al PANI el 7%.
- Yo diría que no, pero ya no estaré para tomar esa decisión.
- ¿Usted cree necesario otro proyecto de ley para poder llegar a sanear las finanzas públicas?
- Es que va a quedar muchísimo más fácil si ahora se negocia el 13%, entonces luego pasar de un 13% a un 15% y después a un 14%. El asunto ahora es darle todo un rejuvenecimiento a todas estas leyes que son muy viejas.
- Algunos critican que el IVA es regresivo (afecta en mayor proporción a los más pobres) y sí, lo es, pero Costa Rica tiene el peor de los modelos porque tras de que es regresivo lo tenemos sobre bienes que afecta a la gente más pobre. ¿Qué opina?
- Dos cosas ahí, una es que estos servicios (que tendrán IVA) los consumen, sobre todo, las clases de más altos ingresos o la de ingresos medios altos, uno no ve a la gente pobre arreglándose el pelo todas las semanas o haciéndose masajes los fines de semana o yendo al gimnasio.
"Segundo, nos permite hacer trazabilidad y hacer trazabilidad significa lograr que más gente pague los impuestos. En el caso del IVA, como se va trasladando el impuesto en las distintas empresas, se hacen cruces de variables y nos damos cuenta que esos no están aportando nada en renta.
"Había otra cosa ahí es el Sinerube (Sistema Nacional de Información y Registro Único de Beneficiarios), versión 2, está muy adelantado, entonces si está tan adelantando habría que subir un poco más la tasa del 13% pero devolverles con un consumo promedio como se tenía previsto al inicio, eso es una posibilidad.
"El asunto es que se tome la decisión, cualquiera que sea".
- ¿Cómo quedan las arcas?
- ¿Cuáles arcas? (sonríe). Cuando empecé aquí estábamos en 5,7% del PIB (producto interno bruto) de déficit que después se hizo más chiquitito porque el Banco Central puso otro PIB y me bajó el déficit al 5,4%, entonces yo estoy dejando un déficit del 6,2% del PIB y tenemos suficientes recursos como para pasar este semestre, me parece. Pero el punto no es ese, el punto es que tomemos decisiones.
- Entiendo que con los recursos que hay ahora el nuevo Gobierno entra y cubren bien el primer semestre, pero ya el segundo se vuelve más incierto.
Veamos ahí dos escenarios, digamos que la plata está, pero resulta que no se avanza nada en el proyecto, entonces el segundo semestre va a ser sumamente complicado. En cambio, veamos este otro escenario: aprobemos esto, démonos más recursos, aprobemos estos controles sobre estos gastos; bueno, tal vez no sea lo mejor, pero tal vez darnos un poco más de tiempo, otras acciones que se puedan tomar, mientras tanto tomamos las decisiones, el problema es no tomar decisiones, y aquí esto pasa por la responsabilidad de cada uno de los partidos. Ahí habría que ver quiénes realmente quieren colaborar y cuáles no.
- Si tuviera que enumerar los costos de no aprobar el proyecto, si el proyecto se cayera...
- Ese ejercicio ya lo hemos hecho varias veces, pero como que no surte mucho efecto, es más o menos lo mismo, tasas de interés más altas, desfinanciamiento de programas sociales...
- ¿Habría posibilidad de salir con alguna colocación?
"Ya hicimos una muy buena, el viernes pasado. Fueron $319 millones y ¢18.000 millones. Entonces quiere decir que por el momento estamos con suficiente efectivo, pero el punto no es ese, el punto es ¿qué va a pasar después en el otro semestre?, si vamos a seguir con esta angustia cada cierto tiempo.
- En evasión, la gente se pregunta, ¿por qué no se cobra bien? Y la Contraloría dice que hay grandes empresas territoriales que declaran cero.
- En el 2013 teníamos encuestadas 50 empresas grandes contribuyentes y otras 500, aproximadamente, las grandes territoriales, hoy tenemos las 1.000. Encuestadas significa que hay un programa que se llama AMPO que están obligadas a dar la información, con esa información se puede hacer informes más rápidos sobre las auditorías fiscales y eso es un enorme avance, eso más todos los programas que tenemos acá.
"Hay una serie de programas que tienen que ver muchísimo con el tema de la evasión fiscal, el ministerio ahora está muy actualizado en cuanto a la información tecnológica, eso me parece que está bien, pero esto no es suficiente, ese es el problema, el problema, es cómo aprovechar mejor, este tipo de instrumento pero a partir de leyes más robustas.