La señora diputada, Sandra Piszk ha publicado en su cuenta de Twitter, lo siguiente:
"El IVA es un impuesto regresivo que deben pagar los pobres y los ricos por igual, por ello, he propuesto un mecanismo para que a los tres quintiles más pobres se les devuelva mensualmente lo que han pagado, ello permitiría bajar la pobreza en aproximadamente 3%."
Esto al anunciar que ha mocionado para incluir en el proyecto de IVA, un sistema de devoluciones en el marco del actual proceso de reforma fiscal que se discute en la Asamblea Legislativa.
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Al respecto, es mi opinión que el IVA con devolución a las familias ubicadas en los quintiles más bajos de ingreso, es sin duda la mejor opción, mucho mejor que exonerar la canasta básica. Permite la acreditación total al sector productivo de los impuestos que soporta en la producción de bienes exentos y con ello permite que nuestros productos no sean más caros que los importados en razón de los impuestos locales, no crea distorsiones, permite el control cruzado (bueno para impuesto de renta) y permitiría inclusive reducir la tasa.
Era lo planteado en el primer proyecto de este Gobierno.
Además, promueve la bancarización, y genera una presión a la capacidad institucional para actualizar el censo de pobres. Se colarán algunos y faltarán otros, pero es inevitable y el sistema es perfectible.
Luego, no es un subsidio pues se devuelve lo que este grupo consume.
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Y en el futuro, inclusive, al ligar la compra a la cédula de identidad, la devolución podría ser inmediata y absolutamente personalizada, vía cuenta bancaria.
Las voces que dicen que no se puede, desconocen la capacidad informática y de desarrollo de censos que disfruta Costa Rica.
Algunos siguen creyendo que aquí no se puede hacer nada.