La desigualdad en los ingresos entre los habitantes de las zonas rurales del país alcanzó en el 2015 su nivel más alto de los últimos seis años.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Hogares 2015 (Enaho), el coeficiente de Gini –que mide la desigualdad en la distribución del ingreso por persona entre los habitantes–, pasó en las zonas rurales de 0,508 puntos en el 2014, a 0,520 en el 2015.
Por el contrario, este indicador se mantuvo sin variación para las zonas urbanas y el total nacional en cifras del 0,501 y 0,516, respectivamente.
Según explicó Annia Chaves, coordinadora de dicha encuesta, el alza se debe a un crecimiento más acentuado del ingreso en los hogares con mejor situación económica.
Mientras que entre el 2014 y el 2015, las entradas de los hogares del quinto quintil (los más acaudalados) en la zona rural crecieron 11% –de ¢619.650 a ¢695.265–, en la zona urbana ese aumento fue del 2%. Al mismo tiempo, el ingreso per cápita en los hogares del primer quintil (los de menores recursos) creció tan solo 1,4% (de ¢35.321 a ¢36.169), en la zona rural.
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Pobreza general se mantiene, pero la extrema tiende al alza (WILLIAM SÁNCHEZ Y PATRICIA LEITÓN/ LA NACIÓN)
“Los que más tienen ven incrementar su ingreso en mayor proporción y ahí es donde se crea una mayor polarización en la distribución de la riqueza”, comentó Chaves.
La funcionaria manifestó que una migración e instalación de familias con mejores empleos y hasta dueñas de negocios, han propiciado esos números en dichas zonas.
Por región, es la Brunca la que sigue teniendo la situación menos favorable, con el coeficiente de Gini más alto (0,533 puntos en el 2015); sin embargo, este disminuyó en comparación con el 2014.