Alemania podría caer en recesión: motor de Europa siembra dudas sobre la economía del resto del continente

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FRÁNCFORT (AP) — La economía alemana se contrajo en 0,1% en el segundo trimestre del año debido a las disputas comerciales globales y a los problemas de la industria automotriz, lo que sembró temores de recesión en el resto de Europa.

El resultado ha ensombrecido el panorama para toda la eurozona y el Banco Central Europeo podría aplicar nuevas medidas de estímulo en su próximo cónclave.

Además asoma la posibilidad de que Alemania se hunda en una recesión técnica si por dos períodos consecutivos reporta un decrecimiento económico.

La agencia estatal de estadísticas Destatis informó el miércoles que la disminución de las exportaciones redujo la producción económica en comparación con el primer lapso del año, si bien la demanda de los consumidores y el gasto público interno se mantuvieron fuertes. En comparación con el mismo período un año antes, la economía creció en 0,4%.

La economía alemana se encuentra en dificultades en momentos en que su industria automotriz, uno de los principales empleadores y motor de crecimiento económico, encara nuevos estándares sobre emisiones de gases en Europa y China y nuevos avances tecnológicos. También está afectando la incertidumbre reinante sobre las condiciones en que Gran Bretaña se saldrá de la Unión Europea.

Los problemas comerciales y los apuros de la industria automotriz fueron los principales causantes del decrecimiento económico alemán, explicó Carsten Brzeski, analista de ING.

La última vez que Alemania sufrió una contracción económica fue en el tercer período del año pasado, cuando el sector automotor sufría demoras en el proceso de certificación de vehículos para cumplir con los nuevos estándares de emisiones.

“La mayor incertidumbre, más que los efectos directos de los conflictos comerciales, es lo que ha afectado la confianza de los consumidores y por ende la actividad económica”, escribió Brzeski en un análisis publicado por email.

El presidente estadounidense Donald Trump ha impuesto nuevos aranceles sobre productos chinos y ha expresado disposición a aplicar gravámenes a importaciones de automóviles que afectarían a la industria europea. La incertidumbre sobre las negociaciones entre China y Estados Unidos y sobre el futuro de las relaciones comerciales entre Estados Unidos, China y Europa han deprimido el optimismo empresarial, inhibiendo los gastos y las inversiones de las corporaciones.