General Motors y sindicatos avanzan hacia acuerdo para terminar la huelga

La agencia ‘Bloomberg’ afirmó que las negociaciones entre las partes para deponer el paro que se inició el 16 de setiembre, se concentra únicamente en dos temas

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

La huelga que tiene congelada la producción de General Motors en Estados Unidos, hace tres semanas, estaría cerca de un acuerdo.

En los últimos días, diversas fuentes cercanas a la negociación confirmaron a servicios de noticias como Ap, Bloomberg y Reuters, que tanto la empresa automotriz como el sindicato United Auto Workers (UAW, Trabajadores Automotrices Unidos), han cedido en sus posiciones y buscan el final de la protesta.

La agencia AP informó de que una oferta de aumentos salariales hecha por GM, el 2 de octubre pasado, sería el marco para cualquier acuerdo. También, afirmó que gran parte de lo que el sindicato objetó se ha eliminado o se está negociando.

Por su parte, la agencia especializada de noticias Bloomberg publicó este 5 de octubre que las conversaciones se concentran en dos puntos: los planes de pensión de los empleados y un recorte en el tiempo requerido para que los trabajadores de nivel de entrada ganen un salario por hora de $28 (poco más de ¢16.000).

La concentración en dos puntos se interpreta como una señal de que pronto se logrará el cierre de las conversaciones.

“Si se firma un acuerdo tentativo, los trabajadores sindicales pueden permanecer en huelga hasta que voten para ratificar el acuerdo de cuatro años. Los líderes locales de la UAW se reunirán en Detroit para decidir si permanecerán fuera de sus puestos de trabajo hasta que se complete el voto de ratificación”, explicó Bloomberg, en una nota del periodista David Welch.

Originalmente, las agencias de noticias registraron que el UAW también había pedido al gigante automotor la reactivación de cuatro fábricas paralizadas en noviembre del 2018, mejoras en las condiciones de salud ocupacional, en la cobertura de seguros médicos y la creación de las condiciones adecuadas para que los trabajadores temporales que así lo quisieran, pudieran hacer carrera hacia un puesto permanente.

Todos estos temas ya habrían sido negociados, con concesiones de ambas partes.

Por su parte, el diario de negocios The Wall Street Journal afirmó que General Motors tiene presiones crecientes de diversos sectores para reactivar la producción, incluidos otros sindicatos. Además, aseguró que los huelguistas se enfrentan a un cansancio creciente en los puntos de manifestación.

La huelga comenzó el 16 de setiembre y entrará en su cuarta semana, con la participación de 49.000 trabajadores que han detenido la producción de la marca automotriz en Estados Unidos.

El movimiento también forzó al constructor de automóviles a suspender temporalmente a 6.000 trabajadores en sus plantas de ensamblaje y fabricación de transmisiones de Silao, en el estado de Guanajuato, México, afectadas por falta de piezas. En ese país, la empresa emplea a más de 19.000 personas.

El banco JPMorgan Chase estimó los costos del movimiento en $1.000 millones (más de ¢580.000 millones) hasta ahora. Otras fuentes calculan que se han dejado de producir cerca de 120.000 automóviles.

Los trabajadores también tienen motivos económicos para acelerar la negociación: diversas fuentes afirmaron que mientras la huelga se extienda, los huelguistas reciben unos $250 (unos ¢145.000) semanales por parte del sindicato, apenas una fracción de sus salarios completos.

En paralelo con sus problemas internos, General Motors (GM) reportó mayores ventas en el tercer trimestre y una reducción de inventarios.

El mayor fabricante de autos de Estados Unidos vendió 738.638 unidades en el tercer trimestre, lo que significa un aumento de 6,9% contra el mismo periodo del año pasado.