Cuatro empresas muestran cómo reenfocaron su negocio para ajustarse a los desafíos de la pandemia

Firmas costarricenses como The Vakery, ICE Pack, PC Puris y Coopevictoria enseñan que las situaciones difíciles pueden generar nuevas oportunidades y cambios en la operación

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Las empresas reaccionaron de distintas formas ante el impacto en sus negocios de la emergencia creada por la pandemia de covid-19, pues los ingresos se vinieron abajo y las medidas de higiene y distanciamiento forzaron cambios en los hábitos del consumidor.

Para algunas empresas esta coyuntura puso en entredicho su supervivencia y para la gran mayoría significó, por lo bajo, un enorme reto. Firmas como The Vakery, ICE Pack, PC Puris y Coopevictoria, sin embargo, muestran también cómo es posible identificar nuevas oportunidades a partir de los desafíos.

Nicolás Vargas y Andrés Gutiérrez fundaron hace siete meses The Vakery, que ofrece postres gourmet sin gluten. Antes de la crisis, vendían solo a restaurantes.

“La demanda cayó en una semana”, cuenta Vargas. La empresa brinda empleo a 10 personas en forma directa y a unas 15 de manera indirecta.

Vargas y Gutiérrez pensaron en generar ventas y ayudar a personas sin empleo mediante un servicio de entregas a domicilio.

The Vakery empezó ahora a ofrecer los postres (pie de limón, brownies y flan de café, por ejemplo) para la venta directa mediante redes sociales y su nueva tienda en línea.

En el servicio exprés la persona se queda con el 50% de las utilidades y el 50% restante se destina a proyectos de ayuda social. La empresa únicamente conserva la porción correspondiente a los costos.

Con estas medidas lograron levantar las ventas. “Pasamos de vender cero a generar el 30% del volumen que teníamos antes de la crisis”, afirmó Gutiérrez.

Vargas y Gutiérrez recurrieron a las utilidades ahorradas desde antes de la crisis, pero dicen tener claro que la situación es temporal y que la estrategia les permite brindar soluciones.

Nuevos nichos

La empresa ICE Pack, ubicada en San Francisco de Dos Ríos (San José), ofrece otras soluciones basadas en un gel refrigerante para productos perecederos que requieren cadena de frío. El gel no se mezcla con los productos.

Sus clientes, desde hace dos décadas, provienen de las industrias agroindustrial, alimentaria, manufacturera y de dispositivos médicos.

Algunos mantuvieron su nivel de actividad, pero varios sectores (como flores y esquejes) sufrieron con el cierre de fronteras decretado por el Gobierno durante la crisis.

ICE Pack redujo la jornada laboral de sus 11 colaboradores, pero empezó a enfocarse en el mercado nacional, explorando los servicios de entrega a domicilio y empresas de lácteos.

La compañía tuvo que empezar por promoverse. “Hay gente que no sabía que este tipo de soluciones se hacían a nivel nacional”, comentó Andrea Arce, gerente general y de comercialización de ICE Pack.

Por otra parte, con la crisis varios de los clientes de la informática PC Puris, de Puriscal, detuvieron los proyectos que estaban a punto de empezar; algunos incluso cerraron los negocios.

Como ya PC Puris había desarrollado aplicaciones móviles de compras y servicios express para varios comercios, como la carnicería El Chirriche, varias empresas le solicitaron una app.

Al inicio, la idea era crear una aplicación en la que stuvieran varios negocios, como un marketplace o centro comercial virtual. Los negocios, sin embargo, querían su propia app, con su propia marca y sus productos.

Ya hay cuatro apps en las tiendas de iOS y Android y están por subir –Apple dura varias semanas en aprobarlas– otras 15 aplicaciones de comercios de Ciudad Colón, Escazú, Hatillo, Pérez Zeledón y Heredia.

Entre las empresas se encuentran minisúper, verdulerías, fruterías, ventas de electrodomésticos, estéticas, ferreterías y carnicerías.

Cada app permite ofrecer hasta 3.000 artículos, actualizar el menú y la información, y que el cliente realice su pedido y pague en línea. El costo por día es de $5 (más el impuesto al valor agregado).

“Algunos clientes me dicen que ese precio por día es menos que la comisión que una app de entregas se deja por un envío”, dijo Jonathan Arias, fundador y desarrollador de PC Puris.

Actualizándose

Para otras empresas, el uso de herramientas tecnológicas, en especial de videollamadas, se volvió clave para atender la caída de las ventas e implementar nuevos negocios.

Coopevictoria, fundada en 1943, cuenta con beneficio, ingenio, almacén de suministros, estación de servicio, cementerio, planta de abono orgánico y turismo (tour por las fincas e ingenio), entre otros negocios.

Sus 3.000 asociados activos son productores de café y caña en distintos cantones rurales (Grecia, San Ramón, Orotina, San Carlos y Alajuela). La mayoría (65%) son mayores de 50 años e incluso hay un grupo mayor de 80 años.

La pandemia se trajo abajo las ventas en varias áreas. En la estación de servicio apenas se está vendiendo el 25% del volumen usual; las ventas cayeron también en el almacén de suministros y hasta para espacios en el cementerio.

“La gente no quiere invertir”, reconoció Alfonso Chaves, presidente del consejo de administración de Coopevictoria.

La cooperativa venía trabajando en varios proyectos que no pueden dejarse, como los de mejorar la productividad por hectárea, actualización de variedades, un supermercado, una cafetería y los servicios de velación y funeraria.

Sin embargo, el funcionamiento normal de la cooperativa exige que el consejo realice varias reuniones al mes con hasta 15 personas.

Además, entre semana se realizan sesiones de trabajo, reuniones de los comités de vigilancia y de educación, y las gerenciales propiamente.

Con las medidas de distanciamiento social era imposible realizar reuniones presenciales. La opción fue utilizar el sistema de videollamadas Microsoft Teams, que sirve tanto en computadoras como en celulares.

“Cuando hay situaciones difíciles se pueden hacer cosas nuevas”, sostuvo Chaves.