La Corporación Jirón, conocida más por la fabricación de colchones y fundada en 1902, confirmó que está en medio de una reestructuración para enfrentar la difícil situación económica del país y reconoció que en ese proceso bajó su planilla en 30 personas.
Andreína Jirón, gerenta de Relaciones Corporativas, explicó que el ajuste se inició en el primer trimestre del 2018 y que, desde entonces, la planilla se redujo de 136 a 106 colaboradores.
Jirón manifestó que en esta última etapa fueron ocho las personas a las cuales se les tramitó “acuerdos de rescisión de contratos por mutuo consentimiento” entre trabajador y patrono, respondió la compañía a consultas enviadas por La Nación.
Sobre la supuesta existencia de plazos extensos para cancelar las sumas adeudadas a los trabajadores, la gerenta argumentó que les serán pagados en su totalidad en el plazo acordado y convenido, “al cual no podemos referirnos por existir una cláusula de confidencialidad que nos impide referirnos al tema”.
“No son despidos sino acuerdos de rescisión de contratos por mutuo acuerdo entre trabajador y patrono, documentos que constan con la rúbrica de cada uno de los trabajadores y que se encuentran respaldados por nuestra legislación laboral”, repitió en varias ocasiones la ejecutiva, en una respuesta por escrito.
El Ministerio de Trabajo explicó que esta figura existe en la legislación. Se aplica, dijo, cuando la parte patronal aduce que no puede pagar de inmediato los derechos laborales y, entonces, se llega a un acuerdo con el trabajador.
Generalmente estos acuerdos determinan en cuánto tiempo se va a pagar los derechos laborales, en particular las prestaciones y se pueden hacer de consenso, con lo cual se evita acudir a la parte administrativa por medio de ese ministerio. Lo que ocurre es que si una de las partes incumple se puede denunciar ante los tribunales.
“Resulta falso que los empleados que han concluido su relación laboral no se les haya brindado carta de certificación de tiempo laborado y recomendación, pues las mismas se encuentran a su disposición para cuando quieran ser retirados por el colaborador”, aseguró la vocera de la compañía.
Difícil entorno
La compañía ejecuta en estos momento un proceso de reestructuración, que coincide con una desaceleración marcada en la economía. En julio pasado la actividad comercial mostró una contracción cercana a un punto porcentual en comparación con un año atrás, muestran las cifras del Índice Mensual de Actividad Económica.
“Estamos realizando una reorganización normal en tiempos difíciles económicos como los que el país atraviesa, pero el desarrollo de la actividad nuestra continúa sin mayor inconveniente; de hecho hemos incorporado nuevos productos a nuestro portafolio e incluso hemos experimentado crecimiento en algunos canales”, declaró Jirón ante la pregunta de qué sucede en esa corporación.
Esta firma también aparece con pagos atrasados de cuotas obrero patronales ante la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) y ante la Dirección General de Tributación del Ministerio de Hacienda. La deuda con la Caja es de ¢37 millones y con Tributación aparecen varios tractos o periodos, los cuales, en el total, suman ¢70,4 millones.
Jirón explicó que con la CCSS se realizó un arreglo de pago que está en su etapa de cumplimiento y ejecución, y con Tributación Directa igualmente se espera estar al día en el presente mes. “Hemos realizado varios abonos extraordinarios enfocados a normalizar la situación en el mes corriente”, enfatizó.
Luis Diego Calderón, director de Cobros de la CCSS, explicó que efectivamente hay un arreglo de pago vigente, acordado desde mayo de este año y que está al día. Empero, la empresa dejó de pagar dos cuotas posteriores a ese pacto, por lo cual, de nuevo, se incluyó en la lista de morosos de la entidad.
El Ministerio de Trabajo, en tanto, detalló por medio de su oficina de prensa, que ante la Dirección General de Inspección de esa entidad no hay ninguna denuncia. En la Dirección de Asuntos Laborales se presentaron dos extrabajadores de Jirón a solicitar la cooperación para realizar una conciliación. Con uno de los extrabajadores se acordó el pago de los derechos laborales en 12 meses y con el otro, en ocho meses.
En su respuesta escrita, Jirón afirmó que la reestructuración no solo se enfocó en ajustes de la planilla sino también en atención de deudas. “Nuestros preparativos no solo se enfocaron a reestructuración laboral sino también a la reducción de endeudamiento bancario, cancelando más de $2 millones en este periodo”, aseguró.
De acuerdo con la página web de esta corporación, la empresa se fundó en 1902 con el nombre de Jirón S.A. y como una talabartería en el parque Morazán. La firma opta desde 1920 por incursionar en el campo de la fabricación de colchones, lo cual la posicionó en el mercado.