El índice de precios al consumidor bajó, en agosto, 0,10% influido, principalmente, por la baja en el costo de los automóviles, los paquetes turísticos y la papa, según informó, este 6 de setiembre, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
En marzo pasado fue la última vez que el indicador había mostrado un retroceso.
La baja en agosto puede estar relacionada con el fuerte repunte que registró el indicador en julio (una variación mensual de 0,73%).
El Banco Central había explicado que en julio se esperaba un incremento en el indicador, que se daría una sola vez, por la entrada en vigencia del impuesto al valor agregado que se extendió a los servicios.
Efectivamente, el indicador de precios, que tiene como base 100 junio del 2015), eso significa que de ahí en adelante se miden las variaciones, pasó de 105,53 en junio del 2019 a 106,30 en julio y bajó a 106,20 en agosto.
En el mes de agosto, de los 315 bienes y servicios que integran la canasta de consumo, 52% aumentaron de precio, 41% disminuyeron de precio y 7% no presentaron variación.
Entre los que aumentaron de precio, los que mostraron mayor efecto positivo en el indicador (por el aumento y por la importancia que tienen en el consumo de los hogares) fueron la gasolina, los huevos y la televisión por suscripción.
El indicador acumulado del año alcanzó 1,60% y el acumulado en los últimos 12 meses un 2,86%. La meta del Banco Central es mantener el indicador en un rango entre 2% y 4%.
Según la Encuesta de Expectativas de Inflación que realiza el Banco Central entre especialistas, la inflación promedio esperada para los próximos 12 meses es de 3,4%.
Bajo consumo quita presión a precios
Según comentó el economista Manuel Zúñiga, la cautela mostrada por los hogares conlleva a que consuman menos, haciendo que los precios no aumenten; en consecuencia y por falta de consumo, más bien, los precios pueden tender a bajar.
El economista, explicó, que diferentes encuestas, desde hace dos años, más o menos, vienen reportando un deterioro en la confianza del consumidor.
“Durante el 2018 ese sentimiento profundizó ante la discusión y finalmente la aprobación del "plan fiscal" con el IVA (impuesto al valor agregado). Además, una huelga de tres meses, que pasó factura en un menor crecimiento económico y en un deterioro del desempleo”, comentó Zúñiga.
El 2019 se inauguró con el plan fiscal y una alta confusión con el IVA, a lo que se sumó el anuncio del Banco Central de que la economía crecerá menos de lo inicialmente estimado (un punto menos), el desempleo no cede, las familias están endeudadas y la baja inflación, no justifica aumentos en los salarios.
El economista no ve sano que el indicador de precios siga retrocediendo porque profundizaría la desaceleración que la economía ha venido mostrando.