Nueva York, Estados Unidos - El precio del petróleo bajó el viernes tras conocerse indicadores de Estados Unidos que generaron inquietud sobre la fortaleza de la mayor economía del mundo.
En Londres el barril de Brent para entrega en mayo bajó $1,24 dólares hasta $65,07 y en Nueva York, el WTI (barril de petróleo de Texas cuyo peso es referencia para Costa Rica), para entrega en abril, se redujo $1,42 dólares y cerró en $55,80.
En la semana el Brent perdió 3,2% y el WTI 2,5%.
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Los precios estaban equilibrados hasta que se conocieron datos estadounidenses que generaron inquietud.
Los analistas quedaron especialmente impresionados cuando se informó que la actividad manufacturera de febrero tuvo su nivel más bajo desde noviembre de 2016. Además, la confianza de los consumidores estadounidenses subió menos de lo que esperaban los analistas.
Los inversores siguieron también perturbados por la falta de noticias concretas sobre las negociaciones comerciales entre Estados Unidos y China; el mayor importador mundial de crudo.
Crecimiento y caída
La economía de Estados Unidos aceleró su crecimiento en 2018 tras las rebajas de impuestos, pero en los meses finales surgieron señales de que su empuje se está atenuando, según datos oficiales divulgados el jueves.
El Producto Interno Bruto (PIB) de la mayor economía del mundo aumentó 2,9% el año pasado contra 2,2% de 2017 y se acercó a la tasa de 3% que prometió el presidente Donald Trump. La tasa de 2018 iguala a la de 2015 que, a su vez, fue la más alta desde 2005.
Trump saludó exultante los resultados. “Nuestro país está mejor que nunca”, dijo al regresar de un viaje a Vietnam.
Sin embargo, en el período comprendido entre octubre y diciembre, el crecimiento anualizado fue de 2,6%; lo cual implica una drástica caída respecto al 3,4% del tercer trimestre y al 4,2% del segundo.
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Wall Street acogió los resultados con modestas bajas. “Los datos que tuvimos hoy son levemente mejores de lo que pensábamos”, dijo Maris Ogg de Tower Bridge Advisors. “La reacción de los mercados mostró que lo que más se temía no se ha concretado”, añadió.
Los analistas ya venían diciendo que el mercado iniciaría un repliegue o al menos haría una pausa tras haber subido casi 20% desde finales de diciembre.
Pese a ser más lenta, la expansión del cuarto trimestre resultó no obstante mejor de lo esperado por cuanto economistas auguraron débiles ventas en la temporada de vacaciones de fin de año que, estimaban, lastrarían aún más el crecimiento.
Los sólidos datos podrían simultáneamente apoyar tanto a Trump como a sus críticos pues muestran logros económicos pero también señales de que puede ser un empuje temporal por cuando están fomentados con un elevado gasto del gobierno que acrecienta su déficit.
La Oficina de Presupuesto del Congreso, un cuerpo no partidario, predijo el mes pasado que la economía de Estados Unidos parece estar en un estado respetable, pero se encamina a un crecimiento de 2,3% en 2019 al desvanecerse los efectos de los recortes de impuestos y estímulos fiscales aplicados en 2017 y 2018.
¿Resultados de largo plazo?
Larry Kudlow, principal asesor económico de la Casa Blanca, dijo que 2019 tuvo un gran comienzo. Mencionó la fuerte creación de empleos en enero, la recuperación de la confianza de los consumidores y la perspectiva de un acuerdo comercial con China que probablemente darán un empujón a la economía.
Wall Street no se conmovió demasiado. Las acciones estaban en leve baja al promediar la jornada debido a datos negativos sobre el sector manufacturero de China.
La guerra comercial de Trump se llevó una tajada del crecimiento del tercer trimestre cuando Washington y Pekín se impusieron recíprocamente aranceles a bienes por más de $360.000 millones en una disputa que ahora parecen estar cerca de resolverse.
La declinación del comercio internacional restó 2% a toda la economía en el tercer trimestre del año pasado.
En el último trimestre, sectores que estaban beneficiándose de estímulos fiscales empezaron a disminuir su expansión: las inversiones en construcción de fábricas llegaron a su menor nivel del año y el gasto gubernamental no vinculado a defensa se contrajo 5,6%; su mayor caída en cinco años
El débil sector inmobiliario, que sufre por menores ventas y construcciones de viviendas, también cayó 3,5% en su tercera contracción consecutiva.
El cierre parcial de cinco semanas del gobierno federal, que especialmente abarcó enero, tuvo probablemente poco impacto en los datos del PIB. Funcionarios estiman que rebajará apenas en 0,02% el crecimiento del primer trimestre de 2019.