La inflación, medida por el índice de precios al consumidor, se recupera de la caída que sufrió al inicio de la pandemia y además, resulta impulsada por el incremento en el precio de los combustibles.
Así lo reflejan los resultados a mayo del índice que publicó la mañana de este 7 de junio, el Instituto Nacional de Estadística y Censos.
Solo en mayo la variación fue negativa, de -0,01%, respecto a abril; sin embargo, como en mayo del año pasado había bajado ante la menor demanda de bienes y servicios por los cierres de la pandemia, entonces eso influyó para que la interanual de mayo del 2021 (comparada con el mismo mes del año anterior) subiera a 1,34%, con lo cual se mantiene la tendencia creciente.
No obstante, el indicador sigue por debajo del rango meta del Banco Central, que es entre 2% y 4%.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en sus perspectivas económicas para Costa Rica publicadas el lunes 31 de mayo, indicó que es de esperar que la inflación suba lentamente.
“La demanda interna se reforzará en el segundo semestre de 2021, a medida que se levanten las restricciones a la actividad y avance la campaña de vacunación. La inflación subirá lentamente, pero permanecerá por debajo de la tasa objetivo del 3%, ya que la capacidad productiva ociosa sigue siendo considerable”, indicó este organismo.
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En mayo
Solo en el mes de mayo, según la información publicada por el INEC, los incrementos más importantes fueron los de gasolina, boleto aéreo y paquetes turísticos al extranjero. Esto por el monto del aumento y por la importancia que tienen dichos bienes en el presupuesto de los hogares.
Mientras que las bajas más importantes fueron las de telefonía móvil, cebolla y transporte en autobús.
De los 289 bienes y servicios que integran el índice, 37% disminuyeron de precio, 47% aumentaron y 16% no presentaron variación.
El índice de precios al consumidor es importante no solo como indicador para los hogares, sino también porque se utiliza como referencia para ajustar tarifas públicas, los salarios mínimos, las pensiones, los contratos de viviendas de alquiler y los impuestos a los combustibles.