Los hogares siguen frenando su consumo, según muestran los resultados del producto interno bruto trimestral al segundo trimestre de este año.
“El consumo final de los hogares creció 2,2%, resultado que, aunque positivo, presenta una desaceleración de esta variable desde el primer trimestre de 2017 y es coherente con los resultados de la Encuesta de Confianza de los Consumidores”, comentó el Banco Central en su informe de este viernes 28 de setiembre.
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Según este informe, la producción trimestral anualizada (se proyecta el resultado del trimestre a 12 meses) creció 3,6% impulsada como consecuencia, principalmente, de un aumento en la inversión en nuevas construcciones y del consumo final de los hogares.
En la comparación interanual (de cada mes respecto a igual mes del año anterior), la producción registró un crecimiento de 3,3%.
La producción se puede medir por la vía del gasto: de los hogares, del Gobierno, de las empresas (inversión) y de los extranjeros y de este desglose surge el resultado del consumo de los hogares.
El Banco Central explicó en su informe que el desaceleramiento del consumo de los hogares es coherente también con el menor crecimiento del crédito al sector privado para consumo y con el comportamiento del ingreso disponible real.
“Por tipo de productos, sobresale el consumo de productos manufacturados (aparatos electrónicos y eléctricos del hogar, productos farmacéuticos), así como de servicios de salud, comidas y bebidas fuera del hogar y, transporte”, señaló la entidad.
Respecto a la inversión de las empresas, los datos reflejan un incremento importante en la inversión de capital fijo del 8% (trimestral anualizado); no obstante, una leve caída de 0,4% en las existencias.
Las exportaciones de bienes y servicios crecieron 2,7%, según la tasa de variación anualizada al segundo semestre, y los servicios un 4,5% y las importaciones de bienes subieron 4,4% y las de servicios un 1,8%.
La entidad también publicó los resultados de la balanza de pagos trimestral, la cual muestra los resultados de las transacciones del país con el resto del mundo.
De ese resultado, la entidad resaltó que el país presentó un déficit en cuenta corriente equivalente a 1,1% del PIB (producto interno bruto), el cual no logró ser financiado completamente con recursos externos, lo que originó una reducción de reservas por $380 millones, a pesar del buen comportamiento de los flujos de inversión directa.
La cuenta corriente es la diferencia entre los ingresos al país por la venta de bienes y servicios y las salidas por las compras, principalmente.