La empresa calificadora de riesgo S&P Global Ratings informo de que revisó a negativa, desde una posición anterior de estable, la deuda de Nicaragua, debido al menor crecimiento y a expectativas fiscales más débiles ante la turbulencia política.
En su informe divulgado este viernes 8 de junio, la empresa advierte de que podría bajar la calificación de Nicaragua. "Podríamos bajar las calificaciones en los próximos meses si el estancamiento político actual persiste o empeora, lo que auguraría consecuencias negativas mayores para la economía en el largo plazo", agregó la agencia en su comunicado.
Las calificaciones de empresas especializadas se usan en el mercado para definir a quién se le compra deuda y también influyen en las tasas de interés que paga el país calificado.
Por ahora, S&P Global Ratings revisó la perspectiva a negativa de estable y confirmó las calificaciones soberanas de largo y corto plazo de "B+" y "B", respectivamente, del país.
Al bajar la perspectiva, la agencia argumentó factores como las protestas públicas y los desacuerdos políticos que han perturbado la economía y creado incertidumbre, y que el difícil entorno politico y económico afectará el desempeño económico y fiscal en el 2018 y parcialmente en el 2019.
Agregó que la perspectiva negativa refleja el riesgo de que una prolongada parálisis política empeore la gobernabilidad de Nicaragua y deteriore las finanzas públicas y expectativas de crecimiento, lo que llevaría a una baja de calificación.
La crisis política y social nicaragüense ya está teniento repercusiones más allá de lo interno. Los empresarios costarricenses, por ejemplo, mantienen una queja porque hay camiones con transporte de mercancías que tienen hasta cinco días en un retén en alguna comunidad de ese país.
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Las cámaras abogaron este viernes 8 de junio para que el gobierno costarricense gestione ante Nicaragua que se permita el tránsito de camiones y furgones con placa internacional.
Mientras tanto, la calificadora explicó que, por el contrario, una potencial resolución política rápida en los próximos meses podría contener el impacto negativo sobre la economía y las finanzas públicas de Nicaragua.
Eso, junto con otras medidas para reducir las divisiones entre el gobierno y el sector privado y para recuperar la confianza de los inversionistas sobre las políticas económicas clave, podrían sustentar las expectativas de crecimiento del país en el mediano plazo. "De ser así, podríamos revisar la perspectiva a estable", adelantó S&P Global Ratings.