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San José
Un impacto final en la economía por $13.366 millones (unos ¢7,4 billones) es lo que espera Brasil con la realización de la Copa Mundial de Fútbol del 2014, que comenzó el 12 de junio anterior.
La visita de unos 600.000 extranjeros y la movilización interna de 3,1 millones de brasileños son los motores que desatarían un efecto multiplicador en la producción del país suramericano hasta triplicar la cifra recibida un año antes tras la organización de la Copa Confederaciones.
De los $13.366 millones esperados, un 80% corresponde al fruto de las inversiones hechas en el país y a gastos operativos del Mundial.
El restante 20% será generado por el turismo, principalmente por los gastos de los visitantes de las sedes mundialistas: hospedaje ($947 millones), comidas ($402 millones), compras ($371 millones), transporte ($236 millones), cultura y ocio ($230 millones), comunicaciones ($122 millones) y otros –como gastos médicos y servicios legales- ($339 millones).
La Secretaría de Comunicación Social de la Presidencia de Brasil estimó que cada visitante se trasladaría en promedio a tres localidades del país para seguir a su equipo nacional.
Según el estudio "Brasil sustentable: Impactos Sociales y Económicos de la Copa del Mundo 2014", elaborado por la firma consultora Ernst & Young, el evento también impactaría positivamente la recaudación de impuestos en $8.078 millones.
Brasil, además, destinó $3.564 millones a estadios y $7.841 millones a obras de movilidad urbana, transporte público y modernización de aeropuertos. En perspectiva, la suma de estas cifras es equivalente a un 3% del presupuesto total dedicado por el país sudamericano a salud y educación de los últimos cuatros años.
Oportunidades. La Copa del Mundo de 2014 surgió como una oportunidad para abordar algunas deficiencias en la infraestructura urbana.
"La preparación y la celebración de la Copa generarán muchos legados, tanto físicos como intangibles, que podrían generar una mejor calidad de vida de la población para un horizonte temporal que va mucho más allá de la duración del evento", señala el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en su estudio "Grandes Eventos Deportivos y Planeamiento de Desenvolvimiento Urbano".
Para ello, tres aspectos son indispensables: un adecuado planeamiento urbano de las autoridades públicas, la participación del sector privado y la participación de la población, es decir, los callos que les garantice un desarrollo urbano eficiente.
De acuerdo con el BID, de todos los posibles legados, el fortalecimiento institucional, con muchas herramientas para la planificación urbana y la gestión prevista en los estatutos de las ciudades, puede llegar a ser operativo y de aplicación inmediata.
Otros legados son la revitalización de las zonas circundantes de las instalaciones deportivas y la mejora de la calidad de vida de los habitantes de las ciudades que aumentaron su ingreso.
Los datos fueron provistos por la Secretaría de Comunicación Social de la Presidencia Brasil, la Embajada de Brasil en Costa Rica, Ernst & Young, FIFA y el Banco Interamericano de Desarrollo.
