Banco Mundial baja de 3,1% a 2,6% estimación de crecimiento para Costa Rica en el 2021

Organismo publicó este 5 de enero sus nuevas perspectivas económicas mundiales y para el mundo estima un recuperación de 4% para este año

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El Banco Mundial ajustó a la baja su estimación de crecimiento para Costa Rica en el 2021. En octubre del 2020 la entidad había estimado un aumento en la producción de 3,1% y en su nueva publicación, de enero del 2021, la redujo a 2,6%; igual a la previsión que publicó el Banco Central en octubre pasado.

La estimación de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos, publicada en diciembre pasado es de un aumento en la producción de 2% para Costa Rica para el 2021, la del Fondo Monetario Internacional, de octubre del 2020, de un 2,3% y la de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, de diciembre del 2020, de 3%.

Para el 2022 el Banco Mundial hace una previsión para la producción de Costa Rica de un crecimiento de 3,7% y aclara que las previsiones se actualizan con frecuencia sobre la base de nueva información y de los cambios en las circunstancias.

Para América Latina la estimación del Banco Mundial es un aumento de 3,7% este año.

En América Latina y el Caribe Costa Rica se ubica entre los países que menos cae en el 2020 (el Banco Mundial estima una caída en la producción de 4,8%) y también entre los que menos se recupera en el 2021 (de sexto, según las estimaciones del Banco Mundial).

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Expectativa mundial

Para la economía global el Banco Mundial estima una expansión del 4% en el 2021, suponiendo que la distribución inicial de las vacunas contra la covid-19 (coronavirus) se amplíe a lo largo del año.

“Sin embargo, es probable que la recuperación sea moderada, a menos que los encargados de la formulación de políticas actúen con decisión para controlar la pandemia y apliquen reformas que aumenten las inversiones”, indica el Banco en el informe Perspectivas económicas mundiales.

“Si bien la economía mundial parece haber entrado en una recuperación moderada, los encargados de la formulación de políticas se enfrentan a desafíos enormes —en materia de salud pública, gestión de la deuda, políticas presupuestarias, banca central y reformas estructurales— al tratar de asegurar que esta recuperación mundial, aún frágil, cobre impulso y siente las bases de un crecimiento robusto”, afirmó David Malpass, presidente del Grupo Banco Mundial.

“Para superar los impactos de la pandemia y contrarrestar los factores adversos que afectan las inversiones, es necesario dar un gran impulso a la mejora del entorno empresarial, aumentar la flexibilidad del mercado laboral y de productos, y reforzar la transparencia y la gobernanza”, añadió Malpass.

Se estima que el colapso de la actividad económica mundial en 2020 ha sido ligeramente menos grave de lo que en un principio se había proyectado, debido principalmente a que la contracción de las economías avanzadas ha sido menos pronunciada de lo previsto, y a que la recuperación en China ha sido más sólida de lo anticipado.

Los más afectados

En cambio, las perturbaciones de la actividad en la mayoría de los demás mercados emergentes y economías en desarrollo fueron más graves de lo esperado.

“También será necesario abordar las fragilidades financieras de muchos de esos países, ya que la crisis del crecimiento afecta a los presupuestos de los hogares y los balances de las empresas vulnerables”, declaró Carmen Reinhart, vicepresidenta y primera economista del Grupo Banco Mundial.

Tal como se detalla en uno de los capítulos del informe, las perspectivas a corto plazo siguen siendo muy inciertas y todavía es posible que los resultados de crecimiento sean diferentes.

En un escenario negativo, en el que los contagios sigan aumentando y se retrase la distribución de las vacunas, la expansión mundial podría limitarse al 1,6% en 2021. Por otra parte, en un escenario optimista, con un control exitoso de la pandemia y un proceso de vacunación más rápido, el crecimiento mundial podría acelerarse hasta casi el 5%.

Se prevé que el PIB de Estados Unidos, principal socio comercial de Costa Rica y fuente importante de turismo e inversión, se expandirá un 3,5% en 2021, después de una contracción estimada del 3,6% en 2020.

El Banco advierte en el informe sobre los riesgos fiscales.

“La pandemia ha exacerbado enormemente los riesgos de la deuda en los mercados emergentes y las economías en desarrollo; es probable que las débiles perspectivas de crecimiento aumenten aún más la carga de la deuda y erosionen la capacidad de servicio de la deuda de los prestatarios”, aseguró Ayhan Kose vicepresidente interino de Crecimiento Equitativo, Finanzas e Instituciones del Banco Mundial.

“Es necesario que la comunidad mundial actúe con rapidez y determinación para asegurarse de que la reciente acumulación de deuda no resulte en una serie de crisis de deuda. El mundo en desarrollo no puede permitirse otra década perdida”, añadió Kose.

El Banco considera que las autoridades responsables de las políticas económicas deben seguir sosteniendo la recuperación, pasando gradualmente del apoyo a los ingresos a las políticas de fomento del crecimiento.

El Banco Mundial explica en el informe que los bancos centrales de algunos mercados emergentes y economías en desarrollo han empleado programas de compra de activos en respuesta a las presiones de los mercados financieros inducidas por la pandemia, en muchos casos por primera vez.

“Cuando estos programas se han orientado a los problemas del mercado, parecen haber ayudado a estabilizar los mercados financieros durante las etapas iniciales de la crisis”, indica el Banco.

“Sin embargo, en las economías en las que la compra de activos continúa expandiéndose y se percibe que se utiliza para financiar los déficits fiscales, estos programas pueden erosionar la independencia operativa de los bancos centrales, ocasionar una debilidad monetaria que produzca un desanclaje de las expectativas inflacionarias y aumentar las preocupaciones sobre la sostenibilidad de la deuda”, advirtió la entidad.