Entre el 30 de noviembre y el 13 de diciembre las reservas monetarias subieron en $590,5 millones con lo cual recuperaron parte de la fuerte caída que experimentaron durante el periodo de la presión cambiaria que se registró de abril a noviembre de este año.
Dichas reservas son los recursos que tiene el país para hacerle frente a emergencias y su reposición es un respiro para el mercado cambiario, pues son una señal de que el Banco Central recupera una de sus principales armas para intervenir en él.
Entre el 1° de abril del 2018 y el 30 de noviembre del 2018 las reservas cayeron $1.936 millones o un 23%.
El Banco Central había explicado que tres elementos influyeron en dicha caída: el hecho de que el Gobierno pasó de ser un oferente neto de divisas (vendía más de lo que compraba) a un demandante neto; la demanda de divisas de personas que cambiaban sus ahorros de colones a dólares ante la incertidumbre fiscal y el incremento que había tenido el precio del petróleo.
A partir del 30 de noviembre, tras el aval que dio la Sala Constitucional a que continuara la discusión del plan fiscal en la Asamblea Legislativa el 23 de noviembre, la presión de los ahorrantes disminuyó, pero además el Gobierno captó $500 millones en dólares por medio de un contrato de colocación, que es una figura mediante la cual se venden bonos en el mercado interno, pero pueden participar inversionistas internacionales.
El Gobierno depositó sus divisas en el Banco Central mientras las utiliza.
Estos factores, unidos a la época del año donde históricamente hay más divisas y la baja en el precio del petróleo han generado una mayor oferta en el mercado, que el Banco Central ha aprovechado para comprar dólares para reponer sus reservas.
“Entre el 30 de noviembre y el 13 de diciembre del año en curso las reservas internacionales se incrementaron en $590,5 millones, lo que se explica, entre otros movimientos, por compras de $350,2 millones a entidades del sector público no bancario; compras en Monex por $50 millones; y el incremento en $176 millones en depósitos en dólares de diversas entidades e instituciones financieras en el Banco Central”, detalló Eduardo Prado, gerente del Banco Central.
El Banco Central ha podido comprar las divisas sin generar fuertes presiones sobre el precio del dólar que terminó la semana pasada en ¢597,01 (promedio ponderado del mercado mayorista). El pasado 23 de noviembre, el valor que alcanzó fue de ¢609,3.
“Una vez disipada la incertidumbre sobre la aprobación de la reforma fiscal, la presión de demanda de divisas parece haber disminuido. De tal manera que la situación actual combina factores de oferta y de demanda que el Banco Central está aprovechando sin afectar el tipo de cambio de manera significativa”, comentó Ennio Rodríguez, presidente del Colegio en Ciencias Económicas.
Al 13 de diciembre las reservas alcanzaron los $7.128 millones, que para Rodríguez es un nivel histórico y adecuado.
Según había explicado el presidente del Banco Central, Rodrigo Cubero, en noviembre pasado el monto que tiene el país de reservas son adecuadas, según los criterios internacionales.
Dichos criterios son tres. Uno es que el monto cubra al menos tres meses de importaciones, que son los productos que los costarricenses compran en el exterior.
El otro criterio es que el monto de las reservas cubra el 100% de los pagos de deuda externa de corto plazo, porcentaje que el país sobrepasa, según Cubero y la otra medida es que las reservas representen entre un 30% y 50% de los billetes y monedas en circulación, los depósitos en cuenta corriente y a plazo, margen dentro del cual se ubica Costa Rica según Cubero.
El Banco Central deberá comenzar a pagar a partir del 9 de junio del 2019, los primeros $125 millones al Fondo Latinoamericano de Reservas que solicitó este año de un total de $1.000 millones, por lo tanto si quiere mantener un nivel por encima de los $7.000 millones todavía deberá adquirir más divisas.