El acuerdo que consiguió el Ministerio de Hacienda con el Banco Central para obtener un financiamiento de casi ¢500.000 millones, por medio de las denominadas letras del Tesoro, le permite al Gobierno tender un puente muy corto para financiar sus gastos, a la espera de que baje la tensión del pulso que sostiene con los inversionistas en el mercado de valores interno.
Este pulso surge porque los oferentes de recursos demandan instrumentos de inversión de plazos más cortos y con tasas de interés más altas que las que el Ministerio de Hacienda está dispuesto a pagar.
Para el economista José Luis Arce, lo que sucede es que las condiciones del mercado doméstico están movidas por las expectativas negativas que se han venido acumulando en torno al desequilibrio fiscal, así como de la naturaleza final del ajustes que se avecina.
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“Lo que ha conseguido Hacienda con el Banco Central es un financiamiento puente, y así lo han planteado, para evitar presiones en el mercado (financiero), pensando que en el futuro se van tener otras fuentes de ingresos y, especialmente, otras fuentes de financiamiento”, recalcó Arce, en una entrevista en vivo con la audiencia de La Nación, este 26 de setiembre.
Pero también está claro que es un puente muy corto, pues en menos de 90 días el Ministerio de Hacienda tendrá que devolver los recursos al Banco Central, y si no los tuviera a mano, tendría que salir a captarlos en las condiciones de tasa de interés y plazo que demande el mercado.
Esta situación, así como las implicaciones en la inflación, las tasas de interés, el tipo de cambio y los ajustes en la percepción del riesgo crediticio del Gobierno, son algunos de los temas que Arce abordó durante esta entrevista.