Rocío Aguilar, la nueva ministra de Hacienda, traía en su cartera la llave para detener el crecimiento explosivo de los incentivos salariales en el sector público y no dudó en utilizarla, al menos en el Gobierno Central.
A partir del 1.° de junio pasado los trabajadores de este poder, calificados como buenos o más, ya no tendrán un porcentaje de su salario como bonificación por cada año laborado, sino un monto fijo.
La funcionaria está dispuesta a hacer lo mismo junto con otros jerarcas, pues argumenta que como la mayoría de incentivos salariales fueron creados por resoluciones, por ese mismo camino se pueden eliminar. Empero, dejó claro que su intención no es rebajarle el salario a nadie, sino que crezca lo que denomina como normal.
La llave la encontró Aguilar hace diez años cuando dirigía la Contraloría General de la República, donde la utilizó. En ese momento pasó la prueba de “estrés legal” pues fue impugnada en los tribunales, los cuales le dieron la razón a Aguilar.
Sobre este y otros temas fiscales conversó Aguilar el 1.° de junio anterior con La Nación.
En el proyecto de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas se discutió el porcentaje de anualidad, pero viene doña Rocío y, sin proyecto, la modifica.
Ahí lo importante es que yo había pasado ya por ese proceso en la Contraloría (General de la República), lo habíamos estudiado a profundidad, no fue que en 20 días lo descubrí, es algo que ya lo habíamos aplicado.
”Además había sido elevado a nivel de Tribunales por la Asociación de Profesionales de la Contraloría y además tuvimos la razón.
”¿Por qué se puede hacer? Porque eso no viene de una ley, en realidad, eso son resoluciones del Servicio Civil.
”En la estructura de salarios usted tiene el salario base para cada una de las categorías y a la par, en monto absoluto.
”El monto de la anualidad ha sido el monto absoluto desde la primera resolución, pero por un asunto de índole práctica siempre se usó mantener porcentualmente el mismo monto”.
Si yo soy trabajador, ¿cómo se define la anualidad?
Suponga que yo tengo un salario de ¢100.000 y que la anualidad es el 2%, eso significa que tengo ¢2.000, cuando los ¢100.000 se incrementan se incrementa también la anualidad, ahora, ¿qué va a pasar? Que yo le doy el aumento al salario de ¢100.000 y la anualidad queda en ¢2.000.
”Esta medida es para el Gobierno Central, aunque el resto de las entidades lo pueden hacer, yo no se los puedo ordenar, lo que puedo es sugerírselos”.
¿Gobierno Central es Poder Ejecutivo, o también la Corte y el Legislativo?
No, es Gobierno Central en sentido puro, no incluye los otros poderes.
¿Usted espera una oleada de impugnaciones?
La del Gobierno Central es el Servicio Civil el que emite las estructura de salarios. Todo acto puede ser recurrido, no hay nada que lo pueda evitar, ese en particular en el pasado ya lo fue; para el caso de la Contraloría, fue elevado a los tribunales y hasta la Sala (Constitucional).
¿Hace cuánto tiempo lo implementaron en la Contraloría?
Si mi memoria no me falla, hace diez años, en el 2008 precisamente, yo llegué a la Contraloría en el 2005, empezamos a estudiar el tema y a partir del 1.° de enero del 2008 se hizo la modificación.
¿Alguna vez, desde la Contraloría, se lo sugirieron al Gobierno?
A través de los diferentes informes de gestión, memorias de la Contraloría, el tema fue público en aquella época, modificando a salario único que fue lo que se hizo.
”En realidad la reforma de la Contraloría fueron dos cosas: uno, el salario único que entró a regir para los nuevos funcionarios que ingresaran a la Contraloría, y modificaciones a los regímenes existentes, un caso, por ejemplo, este que se puso en operación y ha resistido la prueba de diez años”.
¿Qué otras entidades pueden hacerlo?
Todas. Son dos casos: uno, yo creo que en ningún caso se ha originado por leyes, la mayor parte de todos los incentivos salariales, de los 190 que existen, 188 deben de haberse generado vía resoluciones. Entonces, de la misma forma que nacen, pueden fenecer, si son obviamente por una ley, requerís modificar la ley.
”La mayor parte son resoluciones que se vuelcan a convenciones, pero se pueden modificar.
”En el caso del Poder Judicial, del Tribunal (Supremo de Elecciones), de la Asamblea Legislativa y del resto del sector descentralizado, una cantidad importante de incentivos que nacieron vía resolución, se pueden eliminar con otra resolución, pero la idea no es rebajarle a nadie el salario, es que sigan creciendo normalmente”.
Esto se puede ampliar a otras instituciones, ¿y se puede ampliar a otros beneficios?
Sí claro, todos aquellos que se originan en resoluciones, pues con resoluciones se pueden modificar, evidentemente los que nacen por una ley, por una ley requieren modificarse.
Usted está abriendo una puerta bien interesante.
En realidad yo creo que aquí es importante respetar –y creo que todos estamos en esa misma línea– los derechos adquiridos. Jamás podría yo siquiera pensar en vulnerar uno solo de los derechos adquiridos, lo que hay que buscar es cómo ir corrigiendo esta cantidad de incentivos que se han ido generando a lo largo de los años.
Usted también anunció que, con excepción del servicio de la deuda, pensiones y los gastos de capital, el resto del presupuesto del 2019 se mantendrá con el mismo monto nominal del presupuesto aprobado en el 2018. ¿Cómo?
Yo no le voy a decir si lo hace de “a, b o c” forma, es el techo que tienen, y decía yo, en momentos de crisis también surgen oportunidades y creo que en lo interno de todas las organizaciones deben haber muchísimas oportunidades.
”Todos vamos a tener que empezar a ser muchísimo más creativos, como lo somos con nuestro presupuesto para que alcance”.
El presupuesto más grande es el de educación y tiene un monto asignado por Constitución, ¿cómo va a manejar eso?
Este es un tema importante que está dentro de la ley de fortalecimiento, precisamente en el proyecto se hace una definición de educación que va a ayudar para computar si llegamos al 8% y que no solo se considere el presupuesto de educación.
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¿Pero si no tienen la ley y tienen que presentar el presupuesto?
Tenemos una situación de imposibilidad, por así decirlo, sino podría poner todavía más en riesgo la situación fiscal y yo creo que es un tema que debemos entender, no son medidas cosméticas porque el problema que tenemos no es cosmético.
¿Cómo ve usted el proyecto de fortalecimiento? ¿Hay algo que le cambiaría?
Número uno que le reintegren lo que le quitaron.
”Este es el proyecto que nos da las herramientas a nosotros para poder tener, en el caso de los destinos específicos, mayor grado de libertad. Eso es importantísimo, reintegrarle esa herramienta a la administración, porque si yo sumo todos los porcentajes a los que estoy obligada, por ley o Constitución, no hay plata que alcance”.
En el tema de evasión, ¿qué otras cosas cree usted que se puede hacer?
Hay muchas medidas de carácter administrativo, por ejemplo, seguir invirtiendo en tecnología, modelos predictivos, poder centrarse a través de esos modelos en qué actividades de la economía se ven brechas tributarias.
”Aparte de eso, el instrumento más importante es el IVA (Impuesto al Valor Agregado) para poder darle la trazabilidad y efectivamente poder controlar mejor la evasión”.
¿Considera progresivo el proyecto?
Nosotros podemos llegar a buscar el proyecto perfecto, y posiblemente el país tiene desde 1995 de estar buscando el perfecto (…), y no se ha logrado.
“En este momento la prioridad es la aprobación del proyecto, con la incorporación de los destinos. ¿Por qué es importante?, porque más allá del rendimiento y su cuantía, ninguna de esas cosas ingresa de inmediato (…), pero lo que nos permite es recuperar la confianza.
”La información de los comunicados del Banco Mundial y de la OCDE (Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos) es que lo han visto muy favorable. Vea que no hemos aprobado ni la moción, que simplemente el ambiente que están viendo de compromiso de la Asamblea Legislativa, de compromiso del Poder Ejecutivo, de alguna forma allanan el camino para que un plazo, que esperamos que sea el más corto posible, ese expediente se convierta en una ley”.
Sobre evasión, uno de cada cuatro grandes empresas territoriales, declaró pérdidas o cero ganancias.
Algunas podían ser por evasión, otras por elusión (…). Hay una tarea profunda que hay que seguir haciendo con los profesionales liberales.
”El incumplimiento tributario es crítico y viene de estos sistemas nuestros que invitan, pero sobre todo que la gente no siente el riesgo de incumplimiento y hay que empezar a generarle al contribuyente ese riesgo de incumplimiento”.
Don Helio (Fallas, el pasado exministro de Hacienda) había hablado de unos $800 millones que podrían dar los organismos internacionales, pero la escucho ahora hablar de unos $1.000 millones.
El día de ayer y antier (30 y 31 de mayo), sobre todo después de ver el compromiso del Ejecutivo, lo que nos mencionaron era esa posibilidad, además del monto y las condiciones en cuanto a plazo y tasas de interés, serían créditos que pueden ingresar relativamente rápido, ser aprobados en tres, cuatro, cinco meses después de que se apruebe el proyecto.
¿Cómo aclarar la percepción que se puede generar de que las medidas van muy enfocadas en bajar el gasto, que los trabajadores del sector público digan que ellos están pagando la fiesta?
Podía ser una mejor reforma, pero lo que no tenemos es tiempo, con lo que hoy día tenemos lo que urge es aprovechar ese proyecto con los cambios que haya que hacer para recuperar la confianza.
”(...) aquí, en las medidas que se están tomando, no se mueve un solo funcionario público. Ustedes que son del sector privado, conocen que cuando las empresas entran en crisis, ¿qué es lo que hacen? reducir la cantidad de empleados, reducir jornadas, reducir salarios, recontratarlos, aquí no se está haciendo eso, no hay un solo funcionario que vea un cinco menos de lo que hoy recibe”.
Usted hablaba en el discurso de que para quién no vivió la crisis de los 80…
Ustedes me vuelven a ver a mí y saben que yo la viví… (se ríe).
Usted decía que puede llegar a ser peor porque en este momento hay un nivel de endeudamiento de las familias mucho mayor.
En los años 80 cuando la gente compraba una casa no tenía acceso a las fuentes de hoy (...), y la gente se quedó sin trabajo, pero posiblemente no perdía su casa porque no la tenía hipotecada, y no existía la tarjeta de crédito.
“Hoy las carteras crediticias son básicamente consumo, consumo por vivienda, carro, tarjetas, lo que sea. Yo no me querría imaginar.
“Resulta que además que el Estado costarricense es garante de dos grandes bancos que son como el 60% del mercado entonces es una crisis que realmente impactaría”.