Mayor costo de financiamiento externo complicaría salida de nuevos eurobonos de Costa Rica

El BID considera que la venta de bonos internacionales no es una opción realista para el país en este momento debido a los altos costos, sin embargo, el banco estadounidense JP Morgan considera que sí hay espacio para realizar colocaciones

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Costa Rica tiene este y el próximo año elevadas necesidades de recursos para financiar el déficit fiscal y hacer frente a la deuda acumulada. Cuenta con tres opciones para hacerlo: deuda interna, pedir préstamos a organismos internacionales y vender bonos en los mercados internacionales.

Acudir al mercado interno afecta la recuperación económica pues puede presionar al alza las tasas de interés; en cuanto a los préstamos internacionales, algunos se han desembolsado y otros dependen de la aprobación legislativa, mientras que la posibilidad de vender bonos en el exterior afrontaría un alto costo.

Según estima el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en un estudio publicado en abril, denominado La política pública frente al Covid-19 Recomendaciones para América Latina y el Caribe, Costa Rica está en el grupo de países que afrontan dificultades para captar en el exterior.

“Algunos (países) aún pueden acceder a los mercados internacionales a tasas más elevadas, pero “razonables” (Brasil, Chile, Colombia, Panamá y Perú), mientras que para otros los costos son tan elevados que ésta no es una opción realista (por ejemplo, Argentina, Ecuador, Belice, Costa Rica, El Salvador y Venezuela). En resumen, países como Chile y Perú tendrán un mayor margen de maniobra fiscal para enfrentar la crisis que países como Argentina, Ecuador o Costa Rica”, indica el organismo.

Costa Rica afronta actualmente la situación fiscal más complicada desde la crisis de los años 80.

Deuda pública y margen de tasa

El EMBI (Indicador de Bonos de Mercados Emergentes) mide la diferencia de tasa de interés que pagan los bonos denominados en dólares emitidos por los países subdesarrollados, y los Bonos del Tesoro de Estados Unidos. Cada 100 puntos base es un punto porcentual.

FUENTE: BID    w. s. INFOGRAFÍA / LA NACIÓN.

Para este año, el ministro de Hacienda, Rodrigo Chaves, anunció que el déficit del Gobierno podría llegar a representar hasta el 10% de la producción; si se toma una lista de medidas y la Asamblea Legislativa aprueba algunos proyectos se podría bajar al 8,4%, lo cual continúa siendo alto. En la crisis de 1980 fue de 7,2%.

Además, la deuda pública llegaría este año al 67% de la producción y la necesidad de financiamiento al 12,45% de la producción.

El estudio del BID evalúa, precisamente, la capacidad fiscal de los países para afrontar la pandemia y concluye que, en general, la región se encuentra en una situación fiscal mucho más débil para responder a esta crisis que a la recesión del 2008 y 2009.

En la región, la deuda pública subió de 40% del PIB (producto interno bruto) en el 2008, a 62% en 2019.

Al igual que en el 2008 y 2009 algunos países tienen más capacidad de expansión fiscal que otros. Los que tienen niveles de deuda más altos afrontan un mayor costo para acceder a los mercados internacionales.

Costa Rica se agrupa entre los países que tiene niveles intermedios, entre 40% y 60% (57,14% en el 2019); sin embargo, está en el conjunto de países que tienen altos costos para captar.

Precisamente por las dificultades que afronta Costa Rica para financiar su déficit, la agencia Fitch Ratings decidió, el viernes 8 de mayo, degradar la calificación de riesgo de Costa Rica (de B+ a B con perspectiva negativa).

“El Gobierno dependerá del desembolso de préstamos multilaterales este año para asegurar el financiamiento del presupuesto. Sin embargo, el acceso incierto al mercado externo junto con un mercado interno de capitales que se ha vuelto costoso plantea riesgos financieros”, destacó la calificadora estadounidense.

Con buenos ojos

No obstante, también hay quienes, pese a la situación fiscal, creen que Costa Rica tiene armas para atraer recursos.

El banco de inversión JP Morgan, en un informe emitido el 22 de abril pasado, al cual se refirió el economista Vidal Villalobos en una reciente charla en la Cámara de Fondos de Inversión, da algunas razones positivas para invertir en Costa Rica.

“Entre los nombres de gran difusión en la región CAC (Centroamérica y el Caribe), favorecemos a Costa Rica en su baja dependencia de las remesas y el turismo, su aislamiento de los débiles precios del petróleo, y una cómoda posición de financiamiento externo”, indica el informe.

“En nuestra reciente nota (riesgo de reembolso soberano de los mercados emergentes, del 4 de abril), calificamos el total de riesgo de reembolso de Costa Rica como "moderado" junto con pares regionales como El Salvador y Jamaica”, señala el documento.

JP Morgan añade que en las últimas previsiones de crecimiento del Fondo Monetario Internacionales para 2020 y 2021, de -3,1% y + 3%, respectivamente, para Costa Rica reflejan una mayor capacidad de recuperación que sus pares con calificaciones similares.

“Nuestra evaluación de la capacidad de financiamiento externo de Costa Rica sugiere un amplio espacio, particularmente a la luz de $8,8 mil millones en reservas de divisas. Los niveles de deuda en torno al 57% también parecen más manejables, en contraste con los niveles más altos en otras partes de la región”, indicó JP Morgan.

¿Cómo lo ven analistas locales?

El ministro de Hacienda, Rodrigo Chaves, consideró que especular sobre la tasa de interés que el país tendría que pagar por captar recursos en los mercados internacionales es arriesgado. El jerarca anunció, en marzo pasado, que la emisión de eurobonos estaba prevista para el 2021.

"Ciertamente, la pandemia representa incertidumbre entre los mercados; especular sobre la tasa de interés que podría pagar un país en los mercados es arriesgado. Por ejemplo, recientemente Paraguay obtuvo recursos a 9,95% a 10 años, mientras que México pagó 5,25% a 12 años. Paraguay no tiene una calificación de grado de inversión y México sí ", comentó Chaves.

Para Vidal Villalobos, aunque un informe es negativo para el país (el del BID) y otro es positivo (JP Morgan), en el caso de Costa Rica no es razonable salir en este momento a intentar captar recursos en eurbonos y las autoridades fiscales lo tienen claro y por eso, en el 2020, no tienen esa figura, sino el financiamiento bilateral y multilateral.

Villalobos añadió que desde hace mucho tiempo por la condición fiscal del país, el crecimiento del déficit y la deuda, el país ha pagado mucho más de lo que debería.

“Estamos pagando un rendimiento por los bonos mucho mayor que la calificación de riesgo nos da, pareciera que estuviéramos casi en "C", casi en default con los niveles que tenemos. La crisis evidentemente ha complicado mucho el asunto y los precios de los títulos de Costa Rica se han hundido bastante, y por esa razón se está pagando una rentabilidad inusual", indicó Villalobos.

Por su parte, el analista de mercados internacionales, Douglas Montero, consideró que él no pondría a Costa Rica en el mismo canasto de Venezuela y Ecuador o Argentina. Consideró que nuestro país tiene mercado para colocar, pero posiblemente pagando una tasa alta.

En el foro “Pandemia, comercio y finanzas internacionales en los países en desarrollo” transmitido por la Academia de Centroamérica el viernes 8 de mayo pasado, la excoordinadora del equipo económico, y quien actualmente es representante de Costa Rica ante el Banco Interamericano de Desarrollo, Edna Camacho, dijo que Costa Rica podría obtener financiamiento multilateral este y el próximo año, pero tampoco será fácil.

“Los organismos están preparados para apoyar, yo diría que mucho este año, un poquito menos el año entrante, yo creo que el grueso de los recursos serán este año, pero me atrevería a decir que Costa Rica sí va a tener recursos de los organismos para lo que requiera, al menos en este y el otro año”, señaló la economista.

Añadió que tampoco los organismos tienen capacidades ilimitadas y que le preocupa que el foco es apoyar a los países más pobres y vulnerables, y Costa Rica es de renta media.

“Todo esto para decir que no será fácil, pero que en estos dos años podemos tener espacio, creo que el reto más importante va a ser que nosotros podamos acomodar mejor las medidas para hacer que nuestra situación fiscal se encarrile por una trayectoria mucho más sostenible porque no vamos a poder depender exclusivamente de los fondos de organismos internacionales”, comentó Camacho en la actividad.