El Instituto Nacional de Vivienda y Urbanismo (INVU) no construyó una sola vivienda de interés social en el 2015, pese a que tenía previsto hacer 171 casas en cuatro proyectos.
De hecho, solo ejecutó el 6% de los ¢20.000 millones estimados para invertir, según su liquidación presupuestaria.
Sonia Montero, presidenta ejecutiva del INVU, explicó que una deuda de ¢400 millones de principal más intereses, con el Banco Hipotecario de la Vivienda (Banhvi), bloqueó el uso de recursos del Sistema Financiero Nacional para la Vivienda.
“Logramos negociar (con el Banhvi) y pagar solo el 50% de los intereses y en eso estamos. Espero que en mayo estemos habilitados para dar bonos de vivienda”, enfatizó Montero.
Rosendo Pujol, ministro de Vivienda, explicó que las diferencias entre el INVU y el Banvhi tienen más de una década.
“La forma que se encontró para solucionar el problema fue que el Instituto pagara con tierras al Banco. El arreglo está por cerrarse”, recalcó Pujol.
Además, el INVU se comprometió a depurar la contabilidad de los fondos recibidos por el Banvhi, detalló Pujol. La institución llevará estados financieros diferenciados frente al Sistema de Ahorro y Préstamo.