Los depósitos del público en las cooperativas de ahorro y crédito se redujeron en ¢56.073 millones entre los meses de mayo y julio, periodo que coincide con el proceso de intervención y liquidación de Coopeservidores, que en el pasado llegó a ser uno de los principales actores en este sector.
Esta comparación de tres meses incluye los depósitos de ahorro a la vista y captaciones a plazo de 20 cooperativas de ahorro y crédito. Se excluye del cálculo a Coopeservidores, cuyos activos y pasivos quedaron congelados, y una parte ya está siendo trasladada al Banco Popular.
Según los datos del Balance de Situación de la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef), la principal reducción se percibió en el saldo de los depósitos a plazo, ya que concentra la mayor porción del dinero recibido por las cooperativas.
El saldo captado a plazo en estas entidades descendió de ¢2.159.551 millones en mayo de este año, mes del inicio de la intervención en Coopeservidores, hasta llegar a los ¢2.106.972 millones en julio pasado. Es decir, una reducción del 2,4%, lo que equivale a ¢52.579 millones menos.
Por otro lado, el saldo a la vista también experimentó una caída, aunque más moderada. El monto a disposición de los clientes de las cooperativas pasó de ¢170.875 millones a ¢164.065 millones, con una reducción del 3,9%, es decir, de ¢6.809 millones.
El único rubro que muestra un aumento fue el de las captaciones a la vista, que pasó de ¢17.579 millones a ¢20.894 millones. El incremento fue de ¢3.315 millones, según la Sugef.
Carlos Fernández, exgerente del Banco de Costa Rica (BCR), manifestó que esto puede considerarse como una “reacción normal” de los depositantes ante la afectación de un participante del sector.
“El inversionista busca parquear sus recursos en instrumentos muy seguros, como en bancos del Estado o bonos del Gobierno mientras pasa la crisis de un intermediario. Es un efecto normal”, comentó Fernández.
Luis Liberman, socio de Consejeros Económicos y Financieros (Cefsa) y exbanquero, coincidió en que esta dinámica es un efecto natural, dado que algunos inversionistas mueven su dinero por temor.
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“Es lógico que en una situación como esta alguna gente se asuste o que las empresas saquen su plata (...) Es una reacción que me parece muy normal, es lo natural”, afirmó Liberman.
Adrián Rodríguez, director ejecutivo de la Federación de Cooperativas de Ahorro y Crédito de Costa Rica (Fedeac), también apuntó que en la industria financiera hay ciclos donde los clientes retiran o depositan fondos de acuerdo con el comportamiento de sus actividades económicas.
En relación con la proporción de los ¢56.073 millones en que se redujo el saldo de estas obligaciones, equivale al 2,44% del monto total de captaciones con el público de las cooperativas a julio de este año.
Días después del inicio de la intervención, Rocío Aguilar, jerarca de la Sugef, descartó que el caso de Coopeservidores impactara en otras entidades del sector. Aclaró que se trataba de un caso aislado.
Movimientos por cooperativa
Al revisar el comportamiento por entidad, se observa que 19 de las 20 cooperativas experimentaron reducciones en los depósitos del público. Las caídas más significativas, en términos nominales, se dieron en las tres entidades más relevantes del sector.
Coopenae, la organización con más activos del sector cooperativo, experimentó una reducción de ¢15.217 millones en los depósitos del público entre mayo y julio, al pasar de ¢663.280 a ¢648.063 millones.
Reinaldo Herrera, gerente financiero de Coopenae, reconoció que la situación de Coopeservidores y, en menor medida, la de Desyfin, tuvieron un impacto en el saldo de los depósitos, no solo en esta entidad, sino en general en el sector cooperativo.
En tanto, Coopeande, tercera cooperativa con mayor peso a nivel de activos, registró un descenso de ¢12.856 millones en sus captaciones a la vista y a plazo. El saldo disminuyó de ¢506.183 millones a ¢493.327 millones durante los tres meses.
Alexander Otoya, gerente financiero de Coopeande, manifestó que en este tipo de eventos siempre existe una posibilidad de que salgan recursos por vencimientos. Atribuyó a esa diversificación de los portafolios de inversión la dinámica en los depósitos.
Sin embargo, Otoya agregó que la salida de recursos del público se mantiene dentro de los parámetros de apetito al riesgo de la entidad para la gestión de la liquidez frente a este tipo de escenarios.
“Existe un ajuste de la liquidez por varias razones, no solamente relacionado con el evento señalado (Coopeservidores), sino también a una estrategia de una mejor gestión del costo de la liquidez que posee la entidad”, afirmó Otoya.
Por su parte, Coopealianza, segunda entidad del sector por volumen de activos, tuvo una caída de ¢9.013 millones en el saldo de sus depósitos, al pasar de ¢615.025 millones a ¢606.012 millones.
Francisco Montoya Mora, gerente general de Coopealianza, indicó que la reducción fue del 0,11%, la cual no es significativa. Según sus registros, las obligaciones pasaron de ¢606.721 millones a ¢606.062 millones, aunque comparó abril con julio.
El gerente de Coopealianza resaltó que su base de depositantes está conformada, en su mayoría, por pequeños ahorrantes físicos y depositantes jurídicos sin fines de lucro.
Además, Montoya destacó que han tenido salidas no planificadas de depositantes, como algunas asociaciones solidaristas que han requerido liquidez adicional, lo que consideran normal por las condiciones presentadas en el mercado.
Por otro lado, Sujeyny Gamboa, jefe de Relaciones Corporativas de Coopecaja, otra de las cooperativas que experimentó un descenso, atribuyó esa baja a la concentración de los vencimientos de obligaciones con clientes, así como a una estrategia orientada hacia la eficiencia financiera.
De las 20 cooperativas, solamente Coopegrecia muestra un incremento en el saldo de sus depósitos en este lapso, pero fue de apenas ¢153 millones, de acuerdo con los datos de la Superintendencia.
Las 20 cooperativas de ahorro y crédito fiscalizadas registran activos totales por ¢3,70 billones en el sistema financiero nacional, hasta julio de este año, de acuerdo con datos de Sugef.
Futuro del sector
De cara a los próximos meses, el sector cooperativo confía en que la situación retorne gradualmente a la normalidad. También han notado cambios en las estrategias de los inversionistas, orientados a la diversificación de los recursos.
Herrera, de Coopenae, expresó que esto sucederá en la medida en que los clientes asimilen que ambas situaciones, la de Coopeservidores y la de Desyfin, son situaciones específicas a las entidades afectadas y no representan un riesgo sistémico.
Gamboa, de Coopecaja, señaló que algunos asociados optaron por cambiar su estrategia de inversión, diversificando sus recursos, aunque dejando siempre en su portafolio al sector cooperativo.
Por su parte, el gerente de Coopealianza afirmó que los crecimientos para los próximos meses en este rubro dependerán de las condiciones del mercado y del apetito por riesgo de la entidad.
Para el exbanquero Carlos Fernández, la gran tarea del sector cooperativo es retomar el camino de la confianza para recuperar los depósitos de los ahorrantes y la senda de crecimiento normal.