Columna Clave Fiscal: Efectos del impuesto a las transacciones bancarias

La propuesta, de concretarse, tendrá un impacto en el costo de todos los bienes y servicios que los costarricenses necesitamos

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La propuesta que presentó el Gobierno, como parte de las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional, incluye la creación de un impuesto temporal que grava las transacciones bancarias. Este impuesto tendrá un impacto en el costo de todos los bienes y servicios que los costarricenses necesitamos para ejercer las actividades económicas en general, por lo que es indispensable tener claridad sobre su funcionamiento.

De inicio, se debe aclarar que se estipula una tarifa del 0,3% por los primeros dos años y posteriormente, un 0,2% por los dos años siguientes. Dicha tarifa se calcula sobre el monto de la transacción bancaria en concreto.

Es decir, cada pago que una persona o empresa realice utilizando servicios bancarios, ya sean transferencias o mediante uso de tarjetas de débito o crédito, estará sujeta a dicho impuesto. En consecuencia, cuando una empresa pague el salario de sus trabajadores, deberá cancelar al fisco este nuevo impuesto. De igual forma, cuando el trabajador utilice sus salarios para pagar sus deudas personales o adquirir los bienes que requiere para su subsistencia, deberá cancelar la misma tarifa.

Dicho de otra forma, si una persona utiliza su tarjeta de crédito para comprar bienes de primera necesidad, por un monto de ¢100 mil, tendrá que pagarle al fisco un total de ¢300. Posteriormente, al final del mes cuando cancele al banco emisor de la tarjeta de crédito los mismos ¢100 mil que utilizó, deberá cancelar nuevamente los ¢300.

Si se analiza este tema a nivel de las empresas, el pago de este impuesto por la compra de todos los bienes y servicios que necesite para el desarrollo de su actividad, producirá un aumento en sus costos de operación. Consecuentemente, la empresa deberá incrementar el valor de sus productos o servicios para poder hacerle frente al pago del nuevo impuesto.

En consecuencia, este impuesto genera un efecto en cascada que implica el aumento en el costo de la gran mayoría de bienes y servicios que se comercializan en nuestro país; pues debemos tener presente que la realidad de nuestra economía muestra un alto porcentaje de utilización de servicios bancarios en las empresas formales.

Adicionalmente, es de esperar que algunas personas decidan no utilizar los servicios bancarios para evitar este impuesto, lo que genera una serie de problemas potenciales relacionados con delincuencia, legitimación de capitales y dificultades importantes para la fiscalización del cumplimiento fiscal por parte de la propia Administración Tributaria.

En resumen, si bien se ha señalado que la tarifa de dicho impuesto temporal es baja, el impacto que tiene en el costo de los bienes y servicios produce un aumento generalizado, que podría afectar en mayor medida a las personas de menos ingresos.