La Compañía Nacional de Fuerza y Luz (CNFL) reportó una pérdida de ¢27.482 millones durante el año pasado, en comparación con el 2014.
Este resultado es el más negativo de la empresa pública en los últimos cincos años, según los estados financieros auditados .
El deterioro financiero se explica, principalmente, porque los ingresos de la Compañía cayeron un 7,6% el año anterior.
En el 2015, la empresa facturó ¢302.799 millones por la venta de electricidad; es decir, ¢25.231 millones menos respecto al 2014.
El efecto fue una pérdida operativa de ¢10.695 millones una vez descontados los gastos de administración y pagos a proveedores, principalmente el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE).A este resultado se le unió el aumento de 90% en el pago de intereses de su deuda. La CNFL canceló a acreedores ¢19.733 millones el año pasado, y ¢10.339 millones en el 2014, según los estados financieros auditados.
La Nación solicitó, el pasado 13 de mayo, una entrevista a la CNFL debido al resultado financiero del 2015. Sin embargo, la empresa estatal informó ayer de que solo se referirá al tema mediante un comunicado de prensa remitido este martes.
Asimismo, la Compañía informó al mercado bursátil, mediante un hecho relevante , de que prevé cerrar el 2016 con una utilidad de ¢5.705 millones.
“Para el 2016, la CNFL comunica que tiene cubierta la operación, mantenimiento, inversiones y atención del servicio de la deuda de manera completa con el flujo de efectivo”, anunció la entidad este martes.
Justificación. La subsidiaria del ICE achacó la millonaria pérdida del 2015 al rezago en la aprobación de aumentos tarifarios por parte de la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos.
“El ente regulador autorizó incrementos al ICE en sus tarifas de generación a inicios del 2015, pero no permitió a la CNFL trasladar ese incremento a sus clientes, sino hasta diciembre de ese año”, argumentó la Compañía en un comunicado de prensa.
La entidad garantiza que, tras el alza en tarifas, podrá aportar los recursos adeudados al Instituto por la compra de electricidad y revertir, al final del 2016, la pérdida contable.
El Instituto salió en los últimos tres años al rescate de la CNFL, con arreglos de pago por compra de energía y, de esa forma, evitar un mayor deterioro financiero de su subsidiaria.
Las complicaciones de la Compañía se originaron luego de que el costo para construir el Proyecto Hidroeléctrico Balsa Inferior, ubicado en Alajuela, se cuadruplicara al pasar de $94 millones, a $361 millones.