Caja propone al menos cinco vías para llevar recursos frescos al IVM

Impuesto al consumo de datos, redistribuir las cargas sociales, redireccionar recursos del Presupuesto Nacional e invertir en obras públicas son algunas de las medidas que la entidad autónoma pide discutir.

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La urgencia de incrementar los ingresos del régimen de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) llevaron a la Caja a proponer, al menos, cinco vías para llevar recursos frescos al fondo de pensiones.

Entre las medidas señaladas por la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) están crear un impuesto al consumo de datos (Internet), redistribuir cargas sociales, redireccionar recursos del Presupuesto Nacional e invertir en obras públicas.

A lo anterior se suma promover cambios en el sistema nacional de jubilaciones del país, para crear nuevas modalidades de retiro, como la llamada pensión consumo y la universal, para aquellas personas que no cotizaron suficiente al IVM.

Las opciones por evaluar se describen en el Informe de Planes de Fortalecimiento del Seguro de IVM que la Junta Directiva de la CCSS conoció el pasado 10 de agosto y del cual tiene copia La Nación.

Dichas iniciativas se incorporaron como medidas complementarias a la propuesta de reforma que la institución acordó enviar a consulta para brindarle una mayor sostenibilidad al principal fondo de pensiones de Costa Rica.

Estas propuestas, por su naturaleza, deben discutirse a nivel nacional y aprobarse en la Asamblea Legislativa, confirmó Jaime Barrantes, gerente de Pensiones de la institución autónoma.

La Directiva de la CCSS acordó, la noche de este lunes, someter a consulta tres planes de modificaciones al IVM que irán a consulta por un plazo de tres meses y que se prevén sean discutidas por la Junta, en noviembre próximo.

Los cambios van desde elevar la cotización tripartita al fondo del 10,66% actual, hasta 15,16%; y unificar el monto de la jubilación para que sea equivalente al 45% del salario para todos los nuevos pensionados, mientras que en la actualidad es del 52%.

Las iniciativas también plantean un aumento en la edad de retiro anticipado cuando se cumple con las cuotas. Actualmente, las mujeres se jubilan a los 60 años y los hombres a los 62. La propuesta sugiere que ellas lo hagan a los 63 y ellos a los 64.

El objetivo final de los cambios es alargar la vida de la reserva del fondo de jubilaciones a una fecha entre el 2050 y 2053. El último estudio actuarial del IVM, de julio del 2019, prevé que la reserva del fondo se agote en el 2037.

Pero las medidas adicionales buscan llevar dinero extra al fondo de pensiones pues la reforma enviada a consulta solo reducirá el déficit fiscal para ubicarlo entre ¢66,4 billones y los ¢54,6 billones, desde los ¢100 billones de hoy.

El IVM es el principal fondo de pensiones de Costa Rica para el cual cotizan 1,4 millones de trabajadores. Cuenta con 294.250 jubilados y una reserva de ¢2,9 billones, según los estados financieros a junio.

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Medidas adicionales

El informe realizado por la CCSS es claro en que las medidas para incrementar y diversificar las fuentes de financiamiento ameritan un análisis nacional.

Las opciones que la institución pide discutir son la incorporación de un impuesto al consumo de datos, redistribuir las cargas sociales y redireccionar el pago dedicado a las pensiones con cargo al presupuesto al IVM.

Además, invertir recursos del fondo en el financiamiento de obra pública que generen un retorno alto y elaborar una política nacional de envejecimiento con su respectivo financiamiento.

El Gerente de Pensiones de la Caja explicó que los cambios no son una decisión de la Junta Directiva, pero sí deben discutirse.

“Vamos en una línea similar al planteamiento de la Supén. Sí hay que analizar las cargas sociales. Tal vez diferimos en cuanto al monto y al plazo, pero sí creo que el país puede analizar el tema para llevar más recursos al IVM”, explicó Barrantes.

El pasado 9 de julio, la Superintendencia de Pensiones (Supén) propuso a la Directiva de la Caja un plan de ajustes en el que planteaba redirigir las cargas patronales del 7,25% al IVM. Estos aportes se destinan hoy al Fondo de Desarrollo Social y Asignaciones Familiares (Fodesaf), Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS), Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) y el Banco Popular.

La propuesta del órgano supervisor alargaría la vida del IVM hasta el 2061 y evitarían tener que reducir la cuantía de las pensiones de los futuros jubilados, precisamente la opción de reforma hecha por la institución autónoma.

“El IVM es un régimen maduro. Un ajuste en las variables como cuota, edad y beneficios tendrán un impacto, pero no va a ser posible cerrar el déficit actuarial únicamente con estas medidas tradicionales”, explicó Rocío Aguilar, jerarca de la Supén, a este diario, a finales de julio.

Para la institución autónoma también es relevante promover cambios para proteger a los trabajadores que no consiguen cumplir los requisitos para jubilarse por este fondo, pese a haber cotizado al régimen.

En específico, se propuso impulsar el proyecto de ley de pensión consumo, del exdiputado Walter Coto. Además de la creación de una pensión universal, para muchos adultos mayores que no tienen cobertura de ningún fondo de jubilación.

Por último, el informe de la Caja promueve cambiar la cobertura del IVM con la incorporación de trabajadores independientes y asalariados con jornadas parciales quienes no cotizan por tener ingresos inferiores a la base mínima contributiva, la cual es de ¢294.620.