Cartago (Redacción). El Tribunal de Juicio de Cartago compuesto por los jueces Karen
Valverde, Manuel Morales y Miguel Porras condenaron ayer lunes al joven Diego Navarro Calderón, a descontar 12 años de prisión por el delito de homicidio simple.
Los hechos se se remontan al 3 de diciembre del 2005 cuando el ahora condenado degolló con un cuchillo en un cuarto de su vivienda a su novia Heidy Calderón Cordero de 17 años la cuál murió en la escena en Volcancillo de Higuito del Guarco de Cartago.
Su muerte ocurrió luego de que el homicida la fuera a traer de una fiesta navideña, en la cual la joven disfrutaba con sus compañeros de trabajo y la compañía de sus padres.
Navarro fue posteriormente entregado a la policía por su propio padre. En aquel momento le impusieron una medida cautelar de 4 meses de prisión preventiva.
Fue el 24 de octubre del 2006 en que un tribunal de juicio le impuso una medida curativa con tratamiento externo regular por la forma, tiempo y lugar que indicaran las autoridades del Hospital Nacional Psiquiátrico.
Su avance debía acreditarse vez al mes en ese Tribunal e informar al mismo sobre la finalización del tratamiento.
En esa ocasión la fiscal del Ministerio Público Zeidy González había solicitado contra Navarro una pena de 18 años de prisión, situación que en ese momento no fue acogida lo que desilusionó a los padres y familiares de la víctima y al mismo Ministerio Público.
Elevado el caso a Casación se ordenó iniciar un nuevo juicio el cuál comenzó en abril de este año y mediante testigos y pruebas documentales, el Tribunal tomó la decisión de imponerla pena de los 12 años de cárcel.
Sin embargo, el joven quedó libre mientras la sentencia queda en firme.
La jueza Valverde le hizo ver al condenado en su argumento el porqué el Tribunal lo condenaba. Aseguró que él estaba consciente de lo que hacía y que había cometido un homicidio entre otras manifestaciones que le indicó.
Los abogados del joven Navarro, Luis Fernando Sáenz y Jorge Vega, indicaron que irán a casación porque quieren demostrar de nuevo el estado de emoción en que estaba el joven a la hora de cometer el delito.
A la salida de los tribunales Danilo Calderón y Marta Cordero, padres de la víctima, indicaron que "ahora si creemos que se hizo justicia aunque eso no nos devuelva en vida a nuestra hija".
La joven hacía de Magdalena en su comunidad en Semana Santa y jugaba fútbol con el equipo del barrio.