El cultivo de tabaco y cacao que sostuvo la economía costarricense durante la Colonia, y aun después de 1821, perdura hoy en día, aunque con rastro débil.
Mientras que el cacao intenta rebrotar en el Caribe sur y la zona norte del país, la siembra del tabaco se apaga en el cantón de Pérez Zeledón, en San José.
De todas maneras, ambas actividades ya estaban en decadencia hace 190 años, así que los Gobiernos de entonces buscaron otra opción. Fue cuando impulsaron el café, que apenas tomaba auge.
El “grano de oro” luego fue la base de la República y hoy es el que mantiene más presencia. Tiene mucha influencia social, pues persisten unos 48.000 cafetaleros.
El historiador Vladimir de la Cruz detalló que la mejor época para el cacao fue entre 1.650 y 1.780. Su influencia fue sustituida por el tabaco.
La clase tabacalera se mantuvo fuerte hasta mediados del siglo XIX, por lo que tuvo gran influencia al final de la Colonia, el inicio de la independencia y en la lucha por la ruptura con España, comentó.
Actualmente, el cultivo de tabaco tiene manifestaciones únicamente en el cantón de Pérez Zeledón, zona sur. Ahí se siembran unas 30 hectáreas, pero a partir de la próxima cosecha serán apenas siete, dijo el productor Julio Herrera Jarquín.
Se mantiene también una fábrica de puros en Puriscal.
Por su parte, el cacao retuvo alguna importancia hasta 1978, cuando la aparición del hongo de la monilia afectó las plantaciones.
Había unas 12.000 hectáreas en el Caribe sur, dijo Wilberth Phillips Mora, jefe del Programa de Mejoramiento Genético y curador de la Colección Internacional de Cacao del Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (Catie).
Actualmente, se reactivan algunos cacaotales con certificaciones especiales, como la orgánica, para poder mantenerse en el mercado.
De los tres cultivos, el café es el que mantiene mayor presencia. Luego de la Independencia se estimuló su producción y acompañó el crecimiento económico del país.
Sin embargo, para sostenerse firme, pasó por una etapa de transformación cuyo objetivo es producir grano de alta calidad, cambio que aún no ha concluido.
Ronald Peters, director ejecutivo del Instituto del Café de Costa Rica (Icafé), dijo que la tradición de buena calidad, reconocida internacionalmente, ha sido clave.
Esto permitió precios mejores que los del mercado tradicional, una ventaja importante en tiempos de crisis del sector, dijo Peters.