El mercado celular muestra síntomas de fatiga. Aunque la oferta de aparatos es cada vez es mayor, los usuarios ya no se sorprenden con tanta facilidad, y a esto se suma que los tiempos para cambiar de un modelo de celular a otro se están alargando.
Cifras de IDC, firma especializada en análisis de mercados, indican que, de enero a marzo, se compraron un total 334,3 millones de terminales en el mundo, casi 3% por debajo de las 344,4 millones de unidades, en el primer trimestre del 2017.
Mientras, el panorama local lo que muestra es que a estos cambios de consumo en el ámbito mundial, se suma la incertidumbre económica (atizada por la huelga, el problemas de las finanzas públicas y el alza del dólar), razón por la cual los móviles de gama media podrían tomar mayor protagonismo en las compras.
El más reciente estudio Perfil del Consumidor elaborado por White Rabbit - Saatchi & Saatchi para El Financiero, muestra que en líneas generales el consumo de tecnología tiende a la baja o desaceleración.
Los datos muestran que solo uno de cada cuatro consumidores incrementó su consumo entre el año pasado y este.
Así lo refuerza el índice mensual de actividad económica (IMAE) para setiembre 2018 realizado por el Banco Central de Costa Rica (BCCR) que muestra que hubo una desaceleración en el crecimiento de la actividad de comercio.
“La baja está influida tanto por el comportamiento en la comercialización de bienes de consumo duradero (aparatos eléctricos y vehículos), como por el impacto de las protestas en contra de la reforma fiscal”, muestran los datos de la medición.
El IMAE es una revisión económica que incluye indicadores mensuales de todas las industrias que se compone de volumen producido y ventas.
LEA MÁS: Discusión fiscal, huelga y alza en el dólar desploman la confianza de los consumidores
“Podemos proyectar que esta conducta recesiva se va a intensificar. Si a este escenario, le sumamos que el rubro ‘tecnología de uso masivo’ en Costa Rica, es una categoría que depende casi al 100% de la importación, debemos asumir que los costos y precios (atados al dólar) van a incrementarse por la devaluación haciendo que cada vez cueste mas adquirir bienes que flotan en paralelo al dólar con salarios en colones”, explicó Juan Bernárdez, director de Estrategia, de White Rabbit - Saatchi & Saatchi.
Para el sector de tecnología se espera que la desaceleración para el próximo año sea aún mayor, y no necesariamente producto de la incertidumbre, sino de la caída del poder real de compra en dólares a raíz de la devaluación.
La tecnología es una de las categorías más sensibles en comparación a otras industrias que no dependen tanto de las importaciones.
Es probable que las personas sigan reemplazando su celular en caso que les deje de funcionar, pero es probable que eviten cambiarlo si aún le funciona. A diferencia de años atrás en los que se cambiaba el aparato con mayor regularidad por un tema gusto y no por necesidad.
“Por ejemplo, si debo comprar una computadora porque tengo la necesidad en este momento, es probable que busque una que resuelva la coyuntura. Pero si encuentro una a mayor costo que me resuelve más durabilidad (o futuro) es probable que no la compre porque no tengo capital para asegurarme el futuro, solamente tengo capital para resolver el presente”, enfatizó Bernárdez.
El estudio Perfil del Consumidor muestra que las categorías de mayor valor agregado, sobre todo cuando está asociado a la durabilidad a futuro, van a ser las más afectadas.
LEA MÁS: Tiendas recibieron a una clientela más cauta este ‘viernes negro’
Hacia la gama media
La tecnología se ha convertido en una necesidad primordial para muchos, y es por esta razón que los proveedores y comercios no temen una baja drástica en el consumo de estos productos.
“Prevemos que los clientes que necesitan un celular nuevo lo van a buscar y lo van a comprar, porque lo requieren para su día a día. Lo que consideramos que va a pasar, es que el consumidor buscará dispositivos de menor costo, por lo que el mercado podría verse afectado en cuanto al valor de las ventas, más no en el volumen de estas”, señaló Andrea Corrales, gerenta de terminales de Huawei Costa Rica.
Corrales consideró que la tendencia del consumidor será buscar opciones más económicas que se ajusten a su presupuesto.
La marca china ha adecuado su estrategia de negocios para ofrecer tecnologías premium en los celulares de gama media, con el objetivo de capturar a un público que no está dispuesto a pagar altas sumas de dinero por un teléfono inteligente.
A pesar de la incertidumbre y el fenómeno mundial de caídas en las ventas de celulares, los comercios creen que el costarricense mantendrá sus hábitos de compra en tecnología.
Pablo Arce, gerente de mercadeo de Grupo Monge, señaló que aunque la coyuntura actual del país genera que la mayoría de los consumidores sean más cautelosos, no esperan que la demanda de tecnología se vea frenada.
“Muchas de las marcas de dispositivos electrónicos desde hace unos años producen versiones más económicas de sus modelos de gama alta con el objetivo de llegar a segmentos más amplios, sin reducir necesariamente características tecnológicas o aspectos de innovación, por lo que consideramos que estos dispositivos más económicos mantendrán una tendencia de consumo estable”, estimó Arce.
En Gollo son positivos en cuanto a la colocación de celulares sofisticados pero más económicos.
“Muchas de las marcas desde hace unos años producen versiones más económicas de sus modelos de gama alta con el objetivo de llegar a segmentos más amplios, sin reducir necesariamente características tecnológicas o aspectos de innovación, por lo que consideramos que estos dispositivos más económicos mantendrán una tendencia de consumo estable”, acotó Eduardo Córdoba, gerente de mercadeo de Gollo.
Esta es una oportunidad real para que las marcas analicen su portafolio pensando en que el consumidor al que le vendían tecnología cambió.
“Ahora es un consumidor al que los productos básicos le aumentaron el precio y como consecuencia ya no puede comprar el mismo teléfono, o la misma computadora”, expresó Bernárdez.
Ahora el consumidor necesita gamas intermedias para poder resolver su presente con un presupuesto que no rinde tanto como en el pasado, concluye el estudio Perfil del Consumidor.