La agencia Fitch Ratings puso en observación la calificación crediticia de seis bancos como consecuencia de la revisión de la nota soberana del Gobierno de Costa Rica.
La evaluación son para las emisiones de largo plazo tanto en moneda local como extranjera, detalló la calificadora, este lunes 19 de noviembre
Las entidades en observación son el Banco Nacional, el Banco de Costa Rica (BCR), el Banco Popular, el Banco Internacional de Costa Rica (Bicsa), BAC San José y Davivienda.
La calificadora estadounidense consideró que los problemas de financiamiento del Gobierno y la incertidumbre sobre la reforma fiscal: “podrían afectar negativamente el desempeño financiero y la perspectiva de crecimiento de los bancos costarricense”.
Fitch también puso en revisión la nota de calificación, de las emisiones de deuda externas e internas, del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) y a la Compañía Nacional de Fuerza y Luz (CNFL).
La nota crediticia del país, actualmente en BB, será revisada en los próximos tres meses a la luz del resultado legislativo sobre la reforma fiscal, detalló Fitch, el pasado 15 de noviembre.
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La agencia sí resaltó que la situación de Bicsa, BAC San José y Davivienda es menos sensible a posibles cambios en la calificación del país.
En el caso de Bicsa porque posee una mayor diversidad geográfica, pues tiene operación en el resto de Centroamérica, Panamá y Estados Unidos.
“BAC San José y Davivienda se clasifican por encima de la nota soberana en función del posible apoyo que podrían recibir de sus respectivos accionistas, Banco de Bogotá y Banco Davivienda, ambos con calificación BBB”, resaltó la calificadora en su comunicado.
Influencia en entidades públicas
Por otra parte, la agencia calificadora argumentó que el Nacional, BCR y Popular están más alineados a la nota soberana del país.
En el caso de las dos primeras instituciones por contar con la garantía estatal, por su gran importancia en el sistema financiero y un rol político relevante.
En el caso del Popular, refleja la probabilidad de un apoyo del Gobierno, a pesar de no tener la garantía implícita.
“Las calificaciones están muy influenciadas por el entorno operativo y por el perfil de la compañía del banco, dada su naturaleza pública y los beneficios otorgados por su ley de inicio”, argumentó la agencia.
Con el ICE y la CNFL, la agencia también consideró su influencia con el Gobierno y su posición relevante en el suministro de electricidad en el país.
“Estas compañías tienen fuertes vínculos con sus respectivos soberanos, dada su importancia estratégica para cada país y las implicaciones sociopolíticas y financieras potencialmente significativas ante cualquier dificultad financiera para estas empresas”, se detalla en el comunicado de este lunes.
Fitch definirá, en los próximos tres meses, la calificación soberana de Costa Rica.