El Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa) restablecerá el cultivo de piña en varios poblados de la zona norte del país el próximo 25 de octubre, cuando finalice una moratoria de 90 días decretada por el fuerte incremento en la población de la mosca del establo, insecto que se desarrolla en residuos de cultivos, entre ellos los de esa fruta, y que ataca al ganado.
Esto sucede mientras la Comisión de Ganaderos de Pital se quejó públicamente porque, según denunció, los productores de piña no respetaron las órdenes del Senasa y, en general, del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) y la población de moscas no mermó.
Esta organización representa a productores y productoras agropecuarias afectadas por la siembra y producción de piña a gran escala.
Una trampa contra moscas en una finca de la zona norte del país permite tener una idea de la población de ese insecto y las medidas que debe tomar el productor de piña. El Senasa dice que ya el problema “es manejable”. [side_to_side]
La denominada mosca del establo es un insecto chupador que se alimenta de la sangre de animales. Por eso ataca con mucha preferencia al ganado y le causa problemas de rendimiento, tanto en leche como en carne.
El Senasa emitió dos prohibiciones mediante decretos para derribos de plantas de piña, en ambos casos por 90 días. Esa prohibición impidió resembrar o sembrar de nuevo las fincas en los sitios afectados.
La primera prohibición se publicó en un alcance de La Gacetadel 1.° de junio pasado y afectó al Distrito de Cutris del Cantón deSan Carlos de Alajuela y la localidad de San Rafael de Río Cuarto deAlajuela y su vigencia ya se venció.
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El segundo decreto salió en otro alcance de La Gacetadel 24 de julio de este año y regirá hasta el 24 de octubre, según dijoel Senasa. Este afectó al distrito de Pital del Cantón de San Carlos deAlajuela, que incluye, entre otros, los poblados de Los Ángeles, BocaSahíno, Boca Tapada, Boca Tres Amigos, Cabra, Canacas, Caño Chu, CerroBlanco (San Marcos), Cuatro Esquinas, Chaparrón, Chirivico(Coopeisabel), Encanto, Fama (Carmen), Flor, I Griega, Josefina, Legua,Ojoche, Ojochito, Palmar, Pegón, Piedra Alegre, Puerto Escondido,Quebrada Grande, Sahíno, San Luis, Santa Elena, Tigre, Trinchera, Vegas,Veracruz, Vuelta Bolsón (parte), Vuelta Tablón y Yucatán.
El objetivo de esas prohibiciones fue evitar que los rastrojos o residuos de plantas, especialmente la corona de la fruta y las hojas, se queden en el campo y se conviertan en un hospedero para el desarrollo de la mosca.
Empero, esa prohibición causó atrasos en el ciclo de cultivo de esa fruta y generará pérdidas estimadas en 9,5 millones de cajas de 12 kilos para la cosecha del 2018, lo cual implica unos $52 millones, detalló Abel Chaves, presidente de la Cámara Nacional de Productores y Exportadores de Piña (Canapep), al momento de establecerse la segunda prohibición.
Además, para el 2019 se calcula una reducción en la producción de 4,5 millones de cajas de 12 kilos, con un valor de $25 millones, según esta misma cámara.
Problema continuo
Los productores de piña, especialmente los grandes, no acataron las órdenes del MAG y, por lo tanto, la población de la mosca se mantiene muy alta, denunció Álvaro Álvarez, presidente de la Comisión de Ganaderos de Pital.
El dirigente dijo que los piñeros no respetan ni al MAG ni al Senasa (ente adscrito la MAG) y por lo tanto analizan la presentación de una demanda contra el Estado por incumplimiento de sus labores.
Pero el director del Senasa, Bernardo Jaén, señaló que los piñeros acataron en general las recomendaciones, se redujo la cantidad de moscas a niveles manejables y, por tanto, no existen las condiciones para prorrogar la prohibición de derribos en las fincas fruteras.
Jaén dijo entender la frustración de los ganaderos tras luchar contra este problema por más de 20 años, pero enfatizó que este gobierno es el primero en prohibir temporalmente los derribos en las plantaciones y su decisión de no prorrogarla se basa en informes técnicos realizados por personal del Senasa, en visitas a las zonas y fincas afectadas.
El jerarca del Senasa también fue tajante en que este seguirá como un problema recurrente al que le mantendrán vigilancia permanente, pues es imposible erradicar la mosca del establo.