El cultivo de la fruta del mangostán fue incluido entre las nuevas actividades productivas prometedoras del programa gubernamental Descubre, sin embargo, presenta dificultades para su desarrollo así como una alta competencia internacional.
El avance en Costa Rica de esa fruta, que se produce en un árbol, se topa con la dificultad de que la primera cosecha se obtiene luego de más de ocho años de mantener la plantación, advirtieron el productor Jonathan Durán y la exportadora Anabelle Solano. En Panamá se han logrado cosechas a los seis años de plantado el árbol, en Colombia se han documentado de siete a nueve años, pero en regiones de Tailandia se tarda entre 12 y 20 años, según el sitio web Exotic Fruit Box.
Durante ese periodo el agricultor no tiene ingresos y debe invertir en el mantenimiento de los árboles, por lo cual solo con un programa de apoyo directo tendría éxito en Costa Rica, señaló Durán. Este plan debería incluir créditos especiales.
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Por eso, quizá, su producción ha tenido poco auge en Costa Rica. La plantación de Durán, en Pococí, es la más grande del país, con unos 400 árboles. Hay áreas más pequeñas en la zona sur del país. Esta finca fue un desarrollo familiar y ahora no es conveniente eliminarla, pese a las dificultades, pues ya se hizo la inversión, manifestó Solano al ser cuestionado del porqué la sostiene.
La fruta es de origen asiático y países como Filipinas, Vietnam y Tailandia, así como Colombia en América Latina, tienen presencia en el mercado internacional. Esto –el mercado– es otra dificultad para su desarrollo, según Solano y Durán, aunque un estudio de la Promotora del Comercio Exterior (Procomer), del 2017, señaló que tiene demanda creciente por sus propiedades medicinales y por la tendencia al consumo de productos medicinales.
El mangostán y otros siete productos se incluyeron en el estudio Oportunidades de comercialización de productos agrícolas incipientes. Aparte de esta fruta se analizaron pitahaya, guanábana, maracuyá, uchuva, ipecacuana, pejibaye y carambola.
Más de un año después de ese estudio, en setiembre del 2018, el Gobierno anunció el programa Descubre y utilizó como base aquel estudio realizado por Procomer para mostrar lo que se pretende.
La Ministra de Comercio Exterior, Dyalá Jiménez, detalló que la idea es desarrollar productos novedosos con alto potencial en el país y que eleven el desarrollo a la zona rural. Se trata de algo parecido a lo hecho en los años ochenta y noventa cuando se apoyó el desarrollo de las plantas ornamentales, Flores, el melón, las raíces y tubérculos y otros, con la diversificación de exportaciones.
Investigación
El ministro de Agricultura y Ganadería (MAG), Renato Alvarado, advirtió que una lista definitiva de productos no se puede definir y liberar sin que se realicen las tareas de investigación agronómica, a cargo de su cartera. Esto para evitar fracasos como se han dado en el pasado en algunos casos, aseveró el jerarca.
Esa investigación incluye si el país tiene en alguna región las condiciones aptas para su desarrollo, si el cultivo está presente, cuáles problemas de plagas, enfermedades y adaptación ha presentado, los rendimientos logrados o a qué productividad se puede aspirar y la viabilidad de destinar créditos para casos específico.
Por eso, señaló, es un programa en marcha y Descubre ha permitido al Gobierno –enfatizó– descubrir la importancia de la coordinación interinstitucional y la relevancia del aporte de cada entidad.
Adelantó que el MAG propuso en el seno de Descubre impulsar lo más posible actividades que ya estén en el país (autóctonos) con algún grado de desarrollo y fuerte potencial, entre ellos la pithaya, el marañón, zanahoria (para el Caribe), cacao (por su alta calidad), la carne bovina y variedades de camote de otros colores.
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El productor Durán y la exportadora Solano reconocieron, por separado, que la fruta del mangostán es una de las más deliciosas y que su precio en el mercado es alto. Ante su excelente sabor agridulce se consume casi todo en fruta fresca. Se le atribuyen propiedades medicinales.
En Costa Rica se puede conseguir en las ferias del agricultor y en algunos supermercados a precios superiores a los ¢1.500 y ¢2.000 por kilo, aunque sea el que no califica para exportación.
La producción de primera calidad de Costa Rica se está exportando a Canadá. Eso está salvando la actividad, dijo Durán, quien añadió que pese a los buenos precios locales solo con el mercado interno ya la hubieran abandonado.