Las 36 carreras con altos niveles de desempleo que la Comisión Nacional de Préstamos para Educación (Conape) dejará de financiar, absorbieron el 38% de los recursos que la institución colocó en créditos, durante los últimos seis años.
Entre el 2013 y el 2018, Conape brindó préstamos por un total de ¢177.000 millones y de esa suma, ¢67.000 millones, se destinaron para esos planes de estudio, es decir, cuatro de cada 10 colones, en promedio.
De las carreras excluidas, Medicina y Enfermería acaparaban la mayoría del dinero. En conjunto, se dejaban el 73% del financiamiento: ¢49.000 millones.
La magnitud del peso que tenían esas dos carreras se hace más notoria cuando se compara con la totalidad de las disciplinas que financió Conape en ese lapso de seis años. Bajo ese escenario, consumían el 28% de la totalidad de los recursos, o sea, poco más de la cuarta parte.
Por el contrario, en tres de las carreras excluidas no se registró ningún crédito. Eso ocurrió con Educación para Adultos, Fitotecnia y Proveeduría.
El 78% de las personas que obtenían un préstamo para cursar alguna de esas disciplinas eran mujeres, mientras que solo tres universidades absorbían al 52% del estudiantado.
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¿Cuántos créditos se aprobaron para las 36 carreras excluidas?
En términos generales, Conape avaló financiar a 11.439 estudiantes para que cursaran alguna de esas 36 carreras a lo largo de los últimos seis años. Y de esa cantidad, 6.924 fueron para Medicina o Enfermería, o sea, el 61%.
Esas disciplinas se dejaron el 35% del total de los prestamos brindados por Conape durante el periodo de análisis (32.831).
El valor promedio de esos créditos rondaba los ¢6 millones. La carrera con el financiamiento promedio más alto fue Literatura y Lingüística con cerca de ¢13 millones, seguida de Medicina con ¢11 millones.
Mientras, los promedios más bajos fueron Educación Especial y Orientación, con una media de ¢2,5 millones.
Mujeres: Las más afectadas
En la cartera general de créditos de Conape, las mujeres consumieron el 65% de las colocaciones. Sin embargo, si se toma en cuenta solo las 36 carreras a las que se les cortó el financiamiento ese porcentaje sube al 78% (un 13% más).
De los 9.642 préstamos aprobados para esas disciplinas excluidas, 7.487 fueron para mujeres y el 22% restante, 2.155, fueron para hombres.
A esa conclusión llegó este medio, luego de analizar los datos suministrados desde 2013 a 2017, pues sobre este aspecto en particular no se contó con estadísticas del 2018.
En la carrera de Orientación, todos los financiamientos avalados fueron para mujeres, por ejemplo.
Mientras, en otras seis disciplinas, representaban más del 90% de los créditos: Educación Especial, Audiología, Educación Preescolar, Nutrición, Terapia Respiratoria y Trabajo Social.
El número de hombres solo es superior en seis de las 36 carreras: Educación Física, Producción Audiovisual, Producción de Cine, Historia, Geografía y Economía Agrícola.
¿Qué universidades recibían más recursos?
Las universidades Latina, Santa Lucía e Hispanoamericana se dejaron la mitad de los créditos que Conape daba para cursar las carreras dejadas de financiar, entre el 2013 y el 2017.
De los 9.642 préstamos colocados por la Comisión, 4.991 fueron para estudiar en esas universidades, o sea, el 52%.
En términos monetarios, esas universidades se dejaban el 45% de los recursos destinamos para cursar alguna de las 36 carreras excluidas.
En total, recibieron ¢24.000 millones de los ¢54.000 millones aprobados, durante los cinco años para los que La Nación tenía datos.
El 97% de los créditos era para cursar pregrados –técnicos y bachilleratos universitarios– en suelo nacional (9.324), eso representa unos ¢51.000 millones en préstamos.
Para el análisis se utilizaron los datos de créditos nuevos, ampliaciones y refundiciones.
¿Por qué se cerró el financiamiento?
El incremento de un 36% en las solicitudes de nuevos préstamos y la reducción de los ingresos de Conape fueron las razones que obligaron a la institución a cerrar el crédito para 36 carreras con altos niveles de desempleo.
La selección se hizo con base en un informe publicado por el Observatorio Laboral de Profesiones en el 2018. El reporte estudió las condiciones laborales de los profesionales graduados entre el 2011 y el 2013.
Conforme la Ley de Creación de Conape (6041), este se financia con los pagos de los préstamos que realizan los beneficiarios, que representan un 60% de los ingresos, y los aportes del 5% de las utilidades de los bancos públicos y privados del país, que representa el 40% restante.
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No obstante, el aporte de los bancos decreció en un 29% del 2017 al 2019. Hace dos años, Conape recibió ¢17.000 millones de los entidades financieras; en 2019 esa cifra se redujo a ¢12.200 millones.
En cuanto a las solicitudes de préstamos, para este año llegaron a 1.800; el año pasado fueron 1.152.
Otro de los aspectos que influyó en la decisión de Conape de cerrar préstamos a carreras con altos niveles de desempleo, fue asegurar los recursos para crear un fondo para que los alumnos de familias de menores ingresos accedan a créditos, aunque no dispongan de fiadores ni de propiedades para poner como garantías. Para este año, se reservaron ¢2.000 millones.
Monto que ingresó a Conape ha caído
FUENTE: CONAPE. || C.F. INFOGRAFÍA / LA NACIÓN.