España declara emergencia climática: ¿Cómo impacta esto la relación de Costa Rica con el país europeo?

Compromiso adquirido por el Ejecutivo español, obliga a que el tema ambiental esté presente en todos los aspectos de la política de esa nación, incluso la que tiene que ver con sus relaciones exteriores y en materia de cooperación

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España declaró emergencia climática y ambiental, ante el llamado generalizado de la comunidad científica, a tomar acciones urgentes para enfrentar el cambio climático, y las evidencias sobre los grandes riesgos económicos y sociales, vinculados con este fenómeno.

La decisión fue acogida por el Consejo de Ministros del país ibérico, desde el pasado 21 de enero y también representa un compromiso, por parte del Ejecutivo español, de desarrollar 30 líneas de acción, cinco de ellas en los 100 primeros días, para enfrentar la crisis climática.

“(Esta declaratoria) pone de manifiesto la dimensión y la gravedad del problema, llevamos mucho tiempo hablando de todos los problemas e impactos que vienen del cambio climático, desde el punto de vista científico y económico”, expresó la embajadora de España en Costa Rica, Cristina Pérez, en una entrevista con La Nación.

Para la representante diplomática, la medida trasciende a una simple declaración de intenciones, y lo que hace, "es acelerar todas las acciones que se van a tomar”, para definir una senda de descarbonización, que permita al país, “asegurar la neutralidad climática en 2050”.

Entre el portafolio de medidas que puede tomar el gobierno español para lograr su meta, también se incluyen aquellas relacionadas con la diplomacia y cooperación exterior, que brindan a países socios, como Costa Rica.

Decisión trasciende fronteras

¿Significa esto que la declaratoria tendrá un impacto en las relaciones internacionales de España? “Yo creo que va a tener un impacto, porque, lo que quería el gobierno declarando esta emergencia climática, era que afectara a todos los ámbitos de la acción política del Estado, incluida la exterior”, indicó la embajadora Pérez.

Frente a este escenario, Costa Rica partiría de una posición privilegiada, debido a la cercana colaboración que existe entre ambos países en materia climática y que se remonta hasta 1999.

“Por lo que respecta a España con Costa Rica, que tenemos un nivel de relaciones excelente, vamos a seguir caminando de la mano con Costa Rica. (...) para nosotros, también, es un lujo poder tener un socio tan comprometido y que es un referente mundial”, señaló Pérez.

España ha cooperado durante los años 2014 a 2019 con Costa Rica en ocho proyectos, con el componente de cambio climático, los cuales suman en su totalidad $9.570.300 (¢5.417.267.196,10), indicó la Dirección de Cambio Climático (DCC) del Ministerio de Ambiente y Energía (Minae), ante una consulta de La Nación.

Dos iniciativas corresponden a acciones de mitigación y tres a adaptación. Las restantes refieren a la temática integral, que está asociada a proyectos que contienen elementos tanto de mitigación como de adaptación.

“Sacado en un cálculo rápido, el porcentaje que representa la cooperación española del total de los fondos recibidos para proyectos en cambio climático en Costa Rica durante los años 2014 a 2019 es de un 17,27%”, indicó la oficina de prensa de la DCC por medio de un correo electrónico.

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Uso de recursos

De acuerdo con Patricia Campos, subdirectora de la DCC, "los proyectos llevados a cabo con la colaboración de la cooperación española, han contribuido a generar capacidades tanto para instituciones nacionales en gestión de políticas públicas como la Política Nacional de Adaptación y su proceso de establecimiento de sistema de evaluación y monitoreo, así como para la construcción de capacidades en municipalidades.

“Además, los procesos de proyectos fortalecen el diálogo interinstitucional entre ministerios, como el Minae y el Ministerio de Planificación y Política Económica (Mideplán). Además se fomentan capacidades en ordenamiento territorial y desarrollo sostenible, gestión del recurso hídrico, entre otros en localidades con población en situación de vulnerabilidad”, acotó.

Entre los 30 puntos acordados por el Ejecutivo español, se contempla una nueva Ley de Cooperación para el Desarrollo Sostenible y la reforma del sistema de la cooperación española, para que sea coherente “con los objetivos de lucha contra el cambio climático” e integre la agenda del clima y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

Consultada sobre si esta declaratoria obliga al país a mejorar en la ejecución de los proyectos de cooperación para enfrentar el cambio climático y no perder a España como socio, Campos indicó que Costa Rica “es un líder global en la gestión de fondos de cooperación” y que sus socios “saben que cada euro o dólar que invierten en Costa Rica, van a proyectos con impacto (...)

“En Costa Rica vemos la cooperación como una plataforma para impulsar el trabajo en sociedad civil y el sector privado, espacios claves para la acción climática. Con esta declaratoria, se mantiene nuestro compromiso en una gestión robusta de los fondos de cooperación, en línea con nuestra intención de ser un laboratorio de descarbonización y resiliencia. Esta es una oportunidad para identificar oportunidades para el país”, acotó.

Diplomacia climática

Pero no es solo España quien está priorizando los temas de cambio climático en sus relaciones exteriores. La misma ruta se sigue desde la Unión Europea (UE).

EL 28 de noviembre del 2019, el Parlamento Europeo también declaró emergencia climática, en el continente y a nivel global. En esta misma línea, el Consejo de la Unión Europea, emitió el pasado 20 de enero, una serie de conclusiones en materia de diplomacia climática.

“La UE tiene que alentar a terceros países a que intensifiquen sus iniciativas junto a ella, y apoyarlos en este empeño mediante todos los instrumentos de la actuación exterior de la UE”, señala un comunicado emitido por el organismo, luego de la reunión sostenida.

Esto implica que a nivel de “mecanismos financieros”, también se van a introducir todas las variables de cambio climático, y en las “políticas que vaya a aprobar la UE, dentro y fuera de sus fronteras”, de acuerdo con la embajadora.

“En la actualidad, la UE, creo que es el socio internacional más comprometido con la lucha internacional contra el cambio climático y la protección del medio ambiente. Lo ha demostrado con hechos”, añadió.

FUENTE: Gobierno de España.    || DISEÑO LN / LA NACIÓN.

Entre las acciones impulsadas por la UE se encuentra la aprobación de un Pacto Verde, que establece la ruta a seguir, por el bloque de países, para alcanzar la carbono neutralidad para el año 2050; reducir la contaminación; ayudar a las empresas a convertirse en líderes mundiales en productos y tecnologías limpios y garantizar una transición justa e integradora.

La embajadora española se siente optimista de que otras naciones tomen una ruta similar, particularmente aquellos países “donde tenemos mejores relaciones o mayor capacidad de influencia”. Además de España, también han declarado emergencia climática Canadá, Irlanda y Francia.

“No hemos sido los primeros, pero estamos en el pelotón de salida”, resaltó la diplomática.

Dos ayuntamientos españoles, también declararon emergencia climática, previo al anuncio del gobierno: el primero en hacerlo fue el Madrid, antes de la celebración de la Conferencia de las Partes (COP25) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, Barcelona le siguió. También lo hizo el parlamento de la comunidad autónoma de Canarias.