Una placa con el nombre de un familiar o el suyo puede quedar a pocos metros de donde los cristianos aseguran que nació Jesús, en la Basílica de la Nativadad, en Belén.
A cambio de una donación de $45 (¢22.700), la Fundación Franciscana de Tierra Santa lanzó esta campaña que va más allá de propiciar un espacio a los seguidores de Cristo.
Los franciscanos usarán los fondos para mantener y aumentar el número de cristianos que viven de ese lado del mundo.
En su página en línea, los religiosos detallan el éxodo de cristianos de Tierra Santa, zona donde convergen el estado de Israel y territorios palestinos, como Cisjordania.
"Desde el 2007, hay aproximadamente 9 millones de personas que residen en Israel, en Cisjordania y en Gaza. De aquella población, hay 5,2 millones de fe Judía, 3,8 millones de la fe Musulmana y sólo 150.000 Cristianos", explican los franciscanos, en su sitio en Internet.
"En 1900, los Cristianos numeraron el 13,3% de la población total de aquella tierra. Hoy esto es menos del 2%", agrega su reporte.
Custodia de la fe. La Fundación Franciscana de Tierra Santa nació en 1994 con la misión de contener la salida de cristianos a través de programas que atiendan necesidades, como becas para estudios en universidades locales; apoyo en la búsqueda de empleo y construcción de alojamientos en Tierra Santa para los fieles.
"Ayuda humanitaria en los campos de la asistencia médica, programas de patrocinio de niños, centros familiares y distribución de alimentos, ropas, alojamento", aparecen también detallados, como parte de sus proyectos en esa zona.
Desde hace más de 800 años, los franciscanos son los guardianes de la gruta donde la fe cristiana asegura que nació Jesús, en Belén, zona autónoma de Cisjordania.
Además de ayudar a quienes más necesitan, los franciscanos prometen encomendar en sus oraciones a quienes graben sus nombres en la Basílica, lugar de peregrinación para miles de creyentes.