Trece días de viaje y 267 kilómetros entre Pérez Zeledón y San José no detuvieron a tres jóvenes en silla de ruedas y sus ocho asistentes personales para completar el Try Costa Rica 2016.
Comenzaron el periplo el sábado 23 de abril. Ese día salieron de Pérez Zeledón, llenos de ganas y motivación, para impulsar un proyecto de ley que crearía la figura del asistente personal remunerado para personas con discapacidad en el país.
Nunca antes en la historia nacional, alguien había asumido un reto de este tipo.
Así, Luis Cambronero, Wendy Barrantes y Mainor Ramírez alistaron sus sillas de ruedas.
Ochos asistentes personales, vestidos con camisetas verdes, los acompañaron.
Los tramos más pesados fueron los 45 km entre Dominical y Quepos. La misma distancia los obligó a descansar en el recorrido entre Parrita y Jacó.
“Hubo días de sol, días de lluvia. Fue difícil realmente, de las cosas más duras que hemos hecho en la vida, pero lo logramos”, relató el asistente personal Joao Rivera, cuando llegaron a La Sabana, el jueves 5 de mayo.
La ruta 27 fue la prueba de fuego para estos jóvenes. “En esa carretera no hay sombra, no hay donde descansar ni donde comprar agua”, aseguró Wendy Barrantes, una de las muchachas en silla de ruedas.
Cuando arribaron a Orotina, un virus de vómito y diarrea afectó a la mitad del grupo.
Ese día, por primera vez, consideraron detenerse debido a lo mal que se sentían. Al final, continuaron para llegar a la meta.
En el camino, las personas los aplaudían, les daban apoyo y los animaban a no desfallecer.
“Una vez, un señor nos dio $100, se subió al carro y se fue”, contó Rivera a pocos metros de llegar a San José, mientras tomaba una fotografía de la ciudad. “¿Sabe qué es lo mejor de todo esto? Que le demostramos a la gente que sí se puede”, concluyó.