Algunos ticos ya están guardando dientes de leche o muelas cordales en bancos especializados en Estados Unidos para que se extraigan de ellos sus células madre. La esperanza de estas familias es que estas células puedan usarse en un futuro para regenerar huesos o tendones, o para tratar enfermedades.
Aún no existe evidencia científica de que estas células puedan ayudar al tratamiento de estos padecimientos; sin embargo, en países como España, Estados Unidos y México ya se desarrollan estudios experimentales para regenerar huesos de mandíbula y tendones a partir de ellos.
Según explicó Peter Vanderland, director de Store a Tooth, compañía que se encarga de almacenar las células de estos dientes en Indianápolis, EE. UU., “los dientes de leche o muelas cordales representan una esperanza que puede ir más allá de la que ofrecen las células del cordón umbilical”.
“En un solo diente puede haber entre cientos y miles de células madre y, además, pueden expandirse en un laboratorio”, dijo Vanderland a La Nación.
“Usted tiene dos opciones con los dientes de leche o sus cordales: botarlos o guardarlos para el futuro. Puede verse como un seguro de vida. Ahora no hay evidencia científica de sus usos, pero ya hay estudios para tratar enfermedades en las encías y hay quienes hablan de la diabetes tipo 1”, añadió.
Como indica el cirujano maxilofacial mexicano Rodrigo Licéaga, por ahora todo está en etapa experimental. “Es como ciencia ficción, pues el cuerpo ayuda a curarse a sí mismo”, dijo.
El proceso. Según explicó María Fernanda Egloff, directora de Cordón de Vida, empresa que trabaja con Store a Tooth, ya al menos seis familias costarricenses eligieron esta opción.
Para ello, las familias acordaron programar un procedimiento para extraer los dientes, sin “contaminarse” ni perder sus propiedades, para que después sean trasladados al sitio de su almacenamiento, que, en este caso, está fuera del país.
El diente se almacena en un kit especial, con un líquido que imita el ambiente de la cavidad oral, y se congela. Se traslada a Indianápolis en unas 24 horas.
Hay tres servicios: procesar el diente tal cual; procesar el diente, extraer sus células y cultivarlas para expandirlas en laboratorio; y tener los dos servicios al mismo (si se extraen dos dientes a la vez).
Según los especialistas, estas células no pierden su capacidad, aunque pasen años congeladas.
Los precios de procesamiento varían entre $700 y $1.600 (¢350.000 y ¢800.000, aproximadamente). Además, debe pagarse $100 (unos ¢50.000) por año para mantener los dientes almacenados.
Cautela. Para Giselle Murillo, coordinadora de la Comisión Investigadora de la Facultad de Odontología de la Universidad de Costa Rica (UCR), las células madre sí suponen toda una esperanza para los avances en busca de la salud, pero aún no pueden ser la panacea.
“Ante de almacenar sus dientes, las personas deben tener claro que no es que las células madre vayan a solucionar todos los problemas de salud y curar todas las enfermedades, pues todavía falta mucho por investigar”, señaló.