Washington. EFE El cromosoma Y ha perdido cientos de sus genes en unos 300 millones de años de evolución, pero una veintena de genes tenaces que, en su mayoría, poco tienen que ver con el sexo, aseguran la supervivencia de los hombres, según un estudio difundido esta semana.
La historia bien documentada de pérdida de genes en el cromosoma Y llevó en las últimas dos décadas a la hipótesis bastante popular de que el cromosoma masculino (y, por lo tanto, el sexo masculino) estaba en extinción.
Esto, a su vez, afectó las investigaciones y los tratamientos médicos en condiciones no vinculadas directamente con el género y la reproducción, enfocando la salud sobre un “modelo unisex”.
El equipo encabezado por David Page, director del Instituto Whitehead de Investigación Biológica, en Cambridge, Massachusetts (EE. UU.), ha encontrado que un pequeño número de genes en el cromosoma Y está activo en todo el cuerpo y podrían contribuir a las diferencias en la susceptibilidad a las enfermedades que ocurre entre hombres y mujeres.
“Hay aproximadamente una docena de genes que se conservan en el Y presentes en células y tejidos de todo el cuerpo”, especificó Page, quien añadió que algunos de esos genes participan en la descodificación e interpretación del genoma entero.
Un estudio reciente, hecho por el propio laboratorio de Page, ha mostrado que el cromosoma Y retiene solo 19 de los más de 600 genes que compartió alguna vez con su contraparte ancestral, el cromosoma X.
Sin embargo, en la comparación de la secuencia del cromosoma Y humano con la de los chimpancés y los macaco rhesus , el laboratorio encontró que el Y humano solo ha perdido un gen ancestral en los últimos 25 millones de años. El paso siguiente en esta senda de la investigación científica es determinar qué hace exactamente ese conjunto de genes pertinaces.
Page y sus colaboradores argumentan que las células en las hembras, que tienen dos cromosomas X (XX) tienen diferencias sutiles pero fundamentales con las células masculinas que tienen un cromosoma X y uno Y (XY) .
Además, las células XX y las XY son diferentes en todos los tejidos y órganos del cuerpo que no muestran una diferenciación anatómica obvia.
Al respecto, Winston Bellot, un científico investigador en el laboratorio de Page, manifestó: “La evolución nos dice que estos genes de élite son realmente importantes para la supervivencia. Han sido seleccionados y purificados a lo largo del tiempo”.
“Las células XX y las células XY son similares pero, biológicamente, son diferentes”, destacó Bellot, agregando que “tenemos biólogos y bioquímicos que estudian activamente las células sin tener idea si se trata de células XX o XY”.