FOTOS PARA ALAJUELA DEL HOTEL DE MONTANA VILLABLANCCA EN LOS ANGELES DE SAN RAMON. CAMINATAS POR SENDEROS
Tal vez esta Semana Santa usted solo piensa en el bloqueador solar, sombreros y cremas con protección para los rayos ultravioleta si su destino es la playa.
Sin embargo, esta práctica debe tomarla en cuenta también si su destino es la montaña o si va a quedarse en la ciudad.
Esta semana, los rayos ultravioleta y las altas temperaturas afectarán a todas las zonas del país.
El Instituto Meteorológico Nacional (IMN) estima que las temperaturas máximas variarán entre los 31° C (en el Valle Central) y los 36° C (en el Pacífico norte).
Por su parte, el índice de radiación ultravioleta estará especialmente alto en zonas como el Caribe norte, Pacífico norte y Pacífico central.
Sin embargo, los meteorólogos afirman que todo el país tendrá condiciones calurosas, especialmente durante la mañana, por lo que no se recomienda exponerse al sol durante mucho rato.
De las consecuencias de un abuso en la exposición a los rayos solares, tal vez solo las quemaduras se vean de forma inmediata.
Sin embargo, con el tiempo pueden presentarse manchas, sensibilidad en la piel y un aumento en el riesgo de tumores en la piel.
Esta última consecuencia preocupa a las autoridades. Datos de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) indican que los casos de cáncer de piel aumentaron en un 34% en cuatro años; se pasó de 1.600 en el 2004 a 2.146 en 2008; 50 por cada 100.000 ticos.
“El cáncer de piel es completamente prevenible, porque surge casi siempre por exponerse más de la cuenta al sol. Lo malo es que tres quemaduras de sol antes de los 20 años aumentan en un 80% las posibilidades de cáncer después de los 60 años”, explicó el dermatólogo Sergio Cortés.
Otros riesgos. La piel no es la única que sufre con al exposición al sol: los ojos también.
Cuando las personas permanecen mucho tiempo al aire libre y no protegen sus ojos con lentes oscuros, se exponen a enfermedades en diferentes partes del ojo.
Según comentó el optometrista Augusto Díaz, en la córnea puede producirse un mal llamado querarititis, que causa enrojecimiento, dolor, exceso de lágrimas y sensación de arena en el ojo.
Si se afecta la zona conjuntiva, puede formarse pterigion, callosidades que pueden causar molestias, irritación y lagrimeo.
“Si se afecta el cristalino se pueden dar cataratas, o si se afecta la retina, pueden darse quemaduras o degeneración macular, que causa pérdida de nitidez en la visión”, comentó Díaz.
El especialista recomienda no ver directamente al Sol y proteger la vista con lentes oscuros y con gorras o sombreros.
Sin embargo, los lentes deben adquirirse siempre en ópticas y tiendas especializadas y no en supermercados, pulperías o en ventas ambulantes en la calle. “Los lentes que se venden en la calle, por lo general, no tienen filtro y son solo vidrio. Eso más bien permite un mayor paso de luz y el daño al ojo puede ser más grave del que causa no usar anteojos del todo”, comentó el oftalmólogo Manfred Freer.
Los expertos insisten en que la radiación solar se mantiene aunque haya poca luz solar o el día esté nublado, por lo que las personas no deben quitarse los lentes al manejar o estar al aire libre.