Un grupo de investigadores españoles diseñó un implante dental capaz de combatir las bacterias dañinas que llegan a la boca, sin perjudicar a los microorganismos beneficiosos.
“El problema con los implantes que se utilizan normalmente es que aproximadamente el 10% de los implantes debe ser eliminado por problemas de osteointegración, o por la aparición de infecciones”, comentó Beatriz Palla, una de las creadoras del producto.
¿Cómo lograron el recubrimiento antibacterial?
El procedimiento lo bautizaron como síntesis sol-gel: la preparación de una disolución de los materiales que, tras un periodo de reposo, se convierten en un gel con el que se recubre la superficie del tornillo de titanio del implante y, tras un tratamiento a alta temperatura en un horno, queda adherido definitivamente al tornillo que será implantado.
Palla y su equipo escogieron sustancias antibióticas para los tipos de bacterias más dañinas para los implantes y las encías. Posteriormente probaron diferentes combinaciones.
Una vez probadas las combinaciones, los científicos dieron con tres de ellas que, al cabo de un año no solo se sostuvieron bien y sin problemas, también ayudaron a que no se formaran infecciones de bacterias.
Los investigadores aclaran que esto es un tema que debe seguirse estudiando y probando.